Maradona también le hizo goles a Economía F.C: inspiró a una teoría sobre los bancos centrales y encontró la forma de presionar a su sponsor con los cordones
La vida de Maradona después de futbolista se midió en millones y millones de dólares y a cada lugar que iba a dirigir –aunque sea mal– a un equipo era una revolución.
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Diego Maradona entraba a la cancha con los zapatos de fútbol desatados cuando su sponsor cumplía con los pedidos. Sabía que era el centro de la atención, que los fotógrafos vendrían a buscarlo y que le haría publicidad a Puma. Pero si el sponsor le llevaba menos botines de los que pedía, se los ataba, entraba a la cancha y no habría foto.
"Yo le pedía, por ejemplo, 20 pares de botines al sponsor. Y si el sponsor me traía 18, yo me los ataba a los botines en el vestuario, entonces los fotógrafos no venían. A la otra semana le pedía 40 pares de botines y me traían 45. Entonces yo me los desataba, entonces cuando me iba a atarlos botines venían todos los fotógrafos", comentó el diez en el programa "Despertáte" en 2005.
La vida de Maradona –ese nombre que sonó en los lugares más recónditos del planeta– después de futbolista se midió en millones y millones de dólares y a cada lugar que iba a dirigir –aunque sea mal– a un equipo era una revolución, sea Emiratos Árabes, sea México, sea Argentina. El contrato que lo ligó con el Al Wasl de Dubai estuvo valuado en US$ 34,5 millones, según confirmó el club de Emiratos Árabes e informó El Cronista. Y luego se fue a Dorados de México donde embolsó US$ 1,6 millones, según Marca.
La última vez fue cuando comenzó a dirigir Gimnasia, en setiembre de 2019. La apuesta de un equipo que peleaba por no descender montó un negocio sin precedentes, que diez días después de anunciar su llegada recaudó 10 millones de pesos argentinos, según la revista Noticias: 4 millones por nuevos socios y otros seis por la venta de merchandising, en especial, de camisetas. Además, la presencia de Maradona hizo que los contratos publicitarios que tenía el club fueran renegociados, como la francesa Le Coq Sportif, la que vestía al club de La Plata. Empresas como Flybond pusieron a disposición del platel un avión para los partidos de visitantes. Este contrato nunca fue difundido.
Hasta 2007, la imagen de Maradona se disparó y alcanzaron US$ 1.200.000 y con su nombre se crearon varios negocios, publicó en 2007 El Economista de España, como un museo itinerante llamado M10 con más de 600 objetos relacionados con él. El portal informó que cobró US$ 50 mil por programa por La Noche del 10, el programa que condujo en Canal 13 y que llegó a cobrar una cifra simular por entrevistas. También su presencia en partidos amistosos no bajaba de US$ 150 mil solo por algunos minutos. Y para que esté en un partido de golf había que pagarle u$s 50 mil, pero para que sea comentarista de un mundial la cifra no bajaba de medio millón de dólares.
El abogado del diez Matías Morla contó en 2018 en el programa Pampita Online que la plata la estaba "haciendo" y tenía algunas empresas en China y en Venezuela. "Sus herederos van a tener una prosperidad porla estructura de negocios que se está armando".
Tenía proyectado un hotel cinco estrellas en La Habana de Cuba llamado Maradona y estrenó una fábrica de pastas en Venezuela. Según dijo, la mitad de lo que producía lo donaba al Caribe. "Es muy bueno con el tema dar. Con todo eso van a quedar porcentajes en fábricas y molino. Económicamente está para no trabajar y que los herederos estén tranquilos", dijo.
Maradona tenía contrato con Konami, por el PES, con una marca de indumentaria deportiva y con escuelas de fútbol que llevan su nombre en China. Además, tenía inversiones en Italia. E, incluso, tiene un club de fútbol: el Club Atlético Diego Armando, en la localidad argentina de Mercedes.
Hace unos días, poco después cumplir 60, presentó su marca de pasta en Italia, "igualitas a cómo las hacía La Tota (su madre)".
Su fama y talento le dejaron una fortuna estimada en US$100 millones, lo que lo incluía en el ranking de las 50 personalidades argentinas más ricas del país. Acá, además de los pagos por contratos en el fútbol, se suman miles de dólares por campañas publicitarias y hasta regalos millonarios como un anillo de diamantes de US$350.000 del presidente del Dinamo Brest.
Millones como jugador
Su historia inició en 1981-82 cuando poco después de su debut con Argentinos a los 15 años, fue fichado por Boca Juniors con un contrato de US$4 millones. Allí, solo duró un año ya que su juego lo llevó al Barcelona, que lo compró por cerca de US$8 millones; una cifra récord para la época. Tras la expulsión del plantel catalán, el Napoli no dudó en ficharlo y se volvió a romper la tarifa de transferencia récord, con un pago de cerca de US$10,5 millones.
En Italia, al Diego lo recibieron 75.000 espectadores y alcanzó uno de sus momentos cumbres con 115 goles en 259 encuentros. Al final, fue una leyenda viva con 679 partidos jugados y 345 goles en su carrera.
El contrato del Napoli acordaba US$800.000 de prima, US$400.000 por jugar partidos amistosos y US$1 millón por publicidad. Este último punto fue fundamental en su carrera, ya que lo consideraban un imán para los inversionistas.
Inspirando a los banqueros centrales
Pero su memoria no solo será conservada por los aficionados al fútbol. En el mundo económico, los dos goles frente a Inglaterra dieron lugar a la "Teoría Maradona" de los bancos centrales, desarrollada por Mervyn King cuando era gobernador del Banco de Inglaterra en 2005.
El gol de la mano de Dios, según King, "fue un ejercicio de la vieja aproximación al misterio y mística de los bancos centrales. Su acción fue inesperada, inconsistente en el tiempo y contra las reglas". Y el gol de los regates fue "un ejemplo del poder de las expectativas en la teoría moderna de los tipos de interés". Los jugadores ingleses reaccionaron ante lo que esperaban que hiciera Maradona, pero el zurdo argentino les engañó y siguió en línea recta hacia la portería. "La política monetaria funciona de manera similar. El mercado reacciona a lo que esperan que haga el banco central. Sin llegar a tocar tipos de interés, se puede influir en el ahorro privado".
Desde la crisis financiera hasta la del Covid, todos los bancos centrales han aplicado sin cesar las dos premisas de la Teoría Maradona: sacando de la chistera nuevas herramientas para combatir la recesión, aunque sea bordeando los límites de sus mandatos; y dando señales a los mercados para que reaccionen sin necesidad de actuar. El mítico ejemplo que combinó ambas estrategias fue la sorprendente intervención de Mario Draghi en 2012 para salvar el euro con una simple frase.