A los 60 años fallece el ídolo del fútbol, Diego Armando Maradona

La noticia se filtró tan rápido como sus gambetas. Pasadas las 13:00 horas de ayer el corazón del exfutbolista Diego Armando Maradona dejó de latir, generando conmoción en Argentina y en el mundo deportivo.

El que para muchos fue el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos falleció a los 60 años producto de un paro cardiorrespiratorio en su residencia a las afueras de Buenos Aires donde se encontraba tras esquivar la muerte semanas antes por un hematoma subdural en su cabeza.

Antes de morir, Maradona ya se había transformado en una leyenda o en una especie de superhéroe para los argentinos. Solo comparable con figuras como Eva Perón o Carlos Gardel.

Genio dentro de la cancha llevó a Argentina a conquistar su segunda Copa del Mundo en 1986 y un subcampeonato en Italia 1990. También disputó el Mundial de España 1982 y Estados Unidos 1994, del que fue expulsado tras dar positivo por doping.

De Fiorito a Nápoles

Nacido en la popular Villa Fiorito de Buenos Aires, desde niño mostró condiciones futbolísticas superiores a las de sus pares que rápidamente llamaron la atención de veedores de distintos clubes, siendo Argentinos Juniors el que se quedó con su pase. En dicho equipo debutó profesionalmente a los 16 años.

En 1981 fue transferido a Boca Juniors, el club de sus amores y en el cual de inmediato se transformó en máximo ídolo pese a permanecer sólo dos temporadas. Su rumbo estaba en Europa, el Barcelona hizo una oferta por su pase y arribó a los 22 años.

En tierras catalanas tuvo un rendimiento irregular, siendo transferido dos años más tarde al Nápoli, un pequeño club del sur de Italia.

En Nápoles el futbolista argentino mostró su mejor versión, llevando al equipo a conquistar dos scudettos (títulos) de la liga italiana y una Copa UEFA. La idolatría en dicha ciudad hacia Maradona es de tan alto nivel que en muchas ocasiones no podía salir de su casa porque cientos de hinchas lo esperaban por un autógrafo. De hecho, tras su muerte, se anunció que el estadio del club llevará su nombre.

En sus años de gloria en Italia también conoció la droga -cocaína principalmente- y los excesos que finalmente marcaron su última etapa como futbolista y luego como entrenador.

La “Mano de Dios”

En paralelo, su relevancia en la selección argentina era cada vez más notoria, siendo el Mundial de México 1986 el punto cúlmine de su carrera. En tierras aztecas no solo desplegó su talento, sino que también su picardía traída del potrero trasandino.

Fue la semifinal contra Inglaterra el día en que Maradona se transformó en un mito para los argentinos. Primero, burlándose de los ingleses y del árbitro haciendo un gol con la “Mano de Dios” y minutos después, convirtió la conquista más bella de la historia de los mundiales al eludir a más de cinco rivales desde el centro de la cancha.

Para los futboleros fue un gran gol. Para los argentinos una venganza por la guerra de las Islas Malvinas que habían perdido ante Reino Unido solo cuatro años antes.

Desde esa fecha ya no fue nunca más Maradona. Fue simplemente Diego o D10s para los argentinos. Un personaje de contradicciones, de opiniones punzantes contra las esferas de poder como la FIFA o la iglesia. Cercano a la izquierda, tejió amistades con Fidel Castro, Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

Aunque en su carrera hizo 312 goles, obtuvo 11 títulos, por su trascendencia internacional, Maradona se transformó en mucho más que un futbolista.

Duelo en la Casa Rosada

Tras conocer su fallecimiento el presidente de Argentina, Alberto Fernández, decretó tres días de duelo nacional y los restos del “10” serán velados en la Casa Rosada. “No puedo creerlo, estoy desolado”, dijo el mandatario.

Mientras que el astro argentino Lionel Messi declaró que es “un día muy triste para todos los argentinos y para el fútbol. Nos deja, pero no se va, porque el Diego es eterno”.

Por su parte, el brasileño Pelé, otro de los mejores jugadores de la historia, lamentó la muerte del “pelusa”: “Perdí un gran amigo y el mundo perdió una leyenda. Espero que podamos jugar con el balón juntos en el cielo”.

Argentina llora a Diego y como diría su fallecido amigo, el cantante Rodrigo “el Potro” Bueno: “Sembró alegrí­a en el pueblo, regó de gloria este suelo...”.