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Columnistas

Equidad de género, una apuesta por la competitividad

Por María José Madariaga, directora ejecutiva de Fundación Ronda

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 7 de marzo de 2025 a las 10:00 hrs.

El 8 de marzo nos recuerda que la equidad de género no es solo una cuestión de justicia social, sino una estrategia clave para la sostenibilidad y el crecimiento de las empresas. Los datos lo demuestran: las compañías con mayor diversidad en sus equipos directivos tienen un 25% más de probabilidades de superar financieramente a sus pares menos diversos, según McKinsey & Company. Sin embargo, en Chile, las cifras aún reflejan un desafío pendiente.

El Sexto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas (2024), señala que solo el 22,2% de los cargos gerenciales de primera línea son ocupados por mujeres. Asimismo, las brechas salariales se mantuvieron constantes en los niveles administrativos y medios, pasando de 9,3% en 2021 a 9,4% en 2024, aun cuando en el rango ejecutivo disminuyó de 11,0% a 9,7% en el mismo período. La Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT 2025) evidencia que ellas dedican en promedio 2 horas y 5 minutos más al día a tareas domésticas y de cuidado no remunerado.

Para lograr una participación equitativa de las mujeres en el mercado laboral, la conciliación familiar debe ser un eje transversal en la estrategia empresarial. Las políticas internas deben reconocer que la sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres, generando barreras que limitan su desarrollo profesional.

Medidas como la flexibilización horaria, licencias parentales equitativas y programas de corresponsabilidad no solo permiten que más mujeres permanezcan en el mundo del trabajo, sino que también contribuyen a la atracción y retención de talento clave en las organizaciones. Igualmente importante es revisar las brechas salariales: la Encuesta Suplementaria de Ingresos (2023) reporta brechas salariales de hasta un 25% en perjuicio de las personas que se identifican como mujeres, situación que se intensifica con mayores niveles de estudio.

No se trata solo de corregir desigualdades, sino de entender que la equidad de género impulsa resultados. Empresas que implementan programas de liderazgo femenino, políticas de flexibilidad laboral y estrategias de corresponsabilidad no solo atraen y retienen talento, sino que también mejoran su capacidad de innovación y productividad.

En un contexto donde la competitividad y la sostenibilidad empresarial son clave, apostar por la equidad de género ya no es opcional, sino una decisión estratégica. Las empresas que entiendan esto no solo estarán contribuyendo a una sociedad más justa, sino que también estarán asegurando su propio éxito en el mercado.

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