Por Karen Ríos
Rhenus Lub, compañía alemana experta en lubricantes industriales biodegradables, planea instalar una planta productora en Chile que le permitirá expandirse por distintos mercados de la región y de Asia.
Según Pedro Fischer, gerente general de Rhenus Lub Chile, la meta de la compañía para concretar esta construcción es captar el 10% del mercado chileno para el año 2015.
Cumplido ese objetivo, añade Fischer, se autorizará una inversión cercana a los US$ 20 millones para esta nueva infraestructura, esto, sin incluir los gastos del centro de I+D que tendrá la planta.
“Proyectamos una instalación con capacidad productiva de 15 mil a 20 mil toneladas anuales. Será una gran inversión para un proyecto de largo plazo, que servirá para el desarrollo de la compañía en los próximos 20 años”, añade.
Según Fischer, este es un hito importante para Rhenus Lub, ya que si bien sólo hace dos décadas comenzó con su expansión internacional, el modelo de negocio que instalará en el país es único. “La filial chilena será para la Latinoamérica y Asia lo que nuestra casa matriz en Alemania es para Europa”, destaca.
Es más, Fischer destaca que Chile está entre los cuatro países (los otros son Francia, España y Polonia) que la compañía definió como ejes centrales para sus inversiones en los próximos años.
Capital humano
Para la futura planta, adelanta Fischer, la filial chilena contratará profesionales que enviará a Alemania para capacitarse en todos los procesos de la producción tanto de lubricantes “verdes”, como de otro tipo de productos que se vayan descubriendo en el país.
“Tendremos proyectos en conjunto con universidades chilenas, por ejemplo, para analizar las problemáticas de los lubricantes o de las maquinarias, para identificar qué nuevas soluciones podríamos ofrecer a los distintos mercados”, dice.
Los potenciales clientes de la compañía son todas aquellas industrias en las que manejen máquinas con trabajo friccionado, además de aquellas que otorgan importancia al tema medioambiental como la minera, forestal y portuaria.
“El sector exportador, como la industria de los alimentos, también son sectores a los que podríamos llegar al ofrecer productos inocuos”, afirma Fischer.