Por Claudia Marín
El impulso que ha tomado el sector minero en los últimos años, así como el auge proyectado para los que vienen, está generando un importante problema para el sector: la escasez de recursos humanos calificados.
Aunque este déficit ya es una realidad, el sector estima que tomará mayor fuerza mientras avancen las inversiones estimadas por la industria para el período 2011-2018, que alcanzarán los US$ 70 mil millones en todo el país y que crearán 60 mil nuevos puestos de trabajo calificado. La cifra engrosará los 220 mil empleos que actualmente genera el sector y disparará la demanda muy lejos de la oferta de profesionales del rubro.
“Vemos que con los proyectos mineros ya aprobados, la minería va a tener un gran déficit de personas calificadas en los próximos años”, afirma Sebastián Conde, vicepresidente de Recursos Humanos de Codelco. “De aquí a 2014 estimamos una escasez de geólogos, ingenieros en minas, operadores de camiones, mantenedores mecánicos y electrónicos y, si logramos pasar esa valla, hacia el fin de la década veríamos un nuevo período de escasez”, añade.
Karina Pérez, directora de Operaciones de la consultora de recursos humanos Robert Half, explica que durante muchos años el precio del cobre y otros metales estuvo muy bajo, lo que tuvo un impacto directo en la cantidad de profesionales que se estaba formando en carreras afines a este mercado.
Como resultado, actualmente la demanda de profesionales en el sector minero es muy superior a la oferta, reconoce Alberto Salas, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, (Sonami), “particularmente en aquellas profesiones directamente ligadas a la minería”.
Tal situación ha llevado a que las remuneraciones de los egresados de carreras como ingeniería en minas o geología sean “muy superiores a los sueldos que obtienen los egresados de carreras tradicionales, como medicina o derecho”, dice. Pero ni los altos sueldos ni los beneficios laborales han sido capaces hasta ahora de motivar la generación de una mayor oferta de profesionales.
“Aunque esta área es tremendamente atractiva en términos de beneficios y compensaciones, también cuenta con enormes sacrificios”, comenta Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com Chile. “Por ende, para trabajar en empresas mineras, hay que tener un carácter y un espíritu especial. Eso es lo que impulsa la escasez de estos profesionales”.
Pese a ello, los expertos coinciden en que la minería de antaño es muy diferente a la actual, y que la imagen de una minería “sucia” ya quedó atrás, por lo que es necesario reposicionar al sector frente a los jóvenes como un área de oportunidades y responsable con el medio ambiente.
Más allá del déficit
Uno de los problemas que tiene tradicionalmente el manejo del capital humano minero, es el lento proceso de adquisición de competencias. Además de los años de estudios universitarios, por ejemplo, se requieren diez años para que un ingeniero esté capacitado para acceder a un un puesto gerencial, y 20, para alcanzar responsabilidades ejecutivas.
Para José Botín, director del Departamento de Minería de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica (PUC), ”las universidades y centros de formación se enfrentan con la necesidad de producir más profesionales y con el problema de la lentitud del proceso de adquisición de competencias. Y los centros de formación van a responder a esta demanda reduciendo los períodos de docencia, a lo mejor pasando de seis a cuatro años -lo que ya está previsto en varias universidades-, y disminuyendo en cierto modo la calidad del egresado”.
Para Botín, esta menor preparación va a incidir a futuro en una brecha a nivel gerencial.
“Se va a producir un fenómeno en que el puesto de una persona que se jubila, va a ser sustituido por alguien que todavía no ha tenido tiempo de adquirir las competencias necesarias para ejercer ese puesto. Eso sí es algo que hay que tener en cuenta porque en cargos de responsabilidad se decide el futuro de una empresa”.
El académico, sin embargo, advierte que en los últimos años en la PUC, han advertido un mayor interés por parte de los estudiantes de ingeniería por seguir la carrera de Minas: mientras que en 2008 ingresaron 25 alumnos, en 2011 esta cifra llegó a 110. A esto se suma que este año egresaron 35 nuevos ingenieros civiles en esta especialidad, número que hace cuatro años fluctuaba entre cinco y diez.
Oferta y demanda
Incluir a la mujer, que actualmente ocupa sólo el 6% de las plazas laborales de la minería, es una de las claves que las empresas están desarrollando para enfrentar el déficit de oferta. En Codelco, por ejemplo, el 27% de las contrataciones de este año corresponde a mujeres.
Según Alejandra Aranda, directora ejecutiva de Humanitas Executive Search, una iniciativa destacable para enfrentar el déficit es la creación del Organismo Sectorial de Competencias Laborales de la Minería (OSCL), que “busca identificar y validar los distintos perfiles requeridos por la minería, para establecer las aptitudes, conocimientos y destrezas necesarias para cumplir exitosamente las actividades que componen una función laboral”.
La iniciativa, impulsada por la Sonami, ha incorporado 96 perfiles al Catálogo Nacional de Competencias Laborales y está levantando otros 16 cargos relacionados con la mediana minería y las empresas proveedoras de servicios.
“La información de estos perfiles permitirá a los diferentes centros de formación orientar sus planes de estudio hacia las competencias que realmente está requiriendo el sector”, explica Alberto Salas.
El presidente de Sonami destaca también una iniciativa de BHP Billiton, Anglo American, Codelco y Collahuasi, que están efectuando en conjunto con Fundación Chile. Se trata de un estudio para diagnosticar y desarrollar una estrategia de recursos humanos, que permita contar con información de calidad para focalizar la toma de decisiones en las iniciativas de desarrollo y capital humano para el sector minero.
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