Empresas y Startups

La competitividad de nuestra industria agropecuaria

Fernando Bas Mir Director Ejecutivo Fundación para la Innovación Agraria (FIA)

Por: | Publicado: Miércoles 5 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Se ha escrito mucho respecto de cómo el sector agropecuario de nuestro país debe remontar la pérdida de competitividad que ha sufrido en los últimos tiempos. También se han mencionado algunos de los pilares estratégicos que debemos revisar, y sin duda mejorar, para lograr ese salto necesario para ser más competitivos. Y para completar el panorama, vemos que entre las principales características de una industria competitiva, está la innovación. ¿Cómo combinamos estos elementos para retomar una senda de desarrollo acelerado, que necesitamos como país?


Consideremos al menos cuatro elementos clave que deben estar presentes en esta ecuación: mano de obra capacitada, información para la toma de decisiones, tecnología adecuada y energía de menor costo y más sostenible. Pueden ser otras más, pero con este ejercicio sólo pretendemos aportar a una discusión necesaria y urgente, que la industria agropecuaria debe abordar.

Aun cuando cualquiera de ellas ha sido considerada de una u otra forma, la manera de abordarla es lo que requiere de una nueva mirada. Estamos frente a un desafío que requiere de innovación pura y simple. Y no es para genios creativos, sino para gente normal, pero con método. ¿Por qué no atrevernos a innovar en la forma de capacitar a nuestros trabajadores y no sólo a ellos, sino también a los que toman las decisiones? ¿Por qué no probar y adoptar tecnologías que aún no se utilizan en nuestro sector o testear los nuevos desarrollos para energías renovables no convencionales? ¿Por qué no aplicar procesos de innovación intencionalmente dirigidos?
Existen diversas propuestas metodológicas para aproximarse a los procesos de innovación, y son utilizadas efectivamente por empresas innovadoras que constituyen los ejemplos de excepción. Pero nos falta ver un esfuerzo más sistemático en nuestro sector, no importando el tamaño de la empresa, sino las ganas de hacerlo para mejorar las condiciones actuales. La rutina del día a día, no nos está permitiendo ver las oportunidades que pasan delante de nosotros y nos mantiene en un estado de resignación permanente. No estamos conscientes de que el futuro, si no lo labra cada uno de nosotros, será éste quien nos lleve por delante y determine nuestro porvenir. Y ese es el reto al que se está enfrentando nuestro sector.

Para todos estos desafíos están disponibles fondos del Estado, que contribuyen a fomentar la innovación, aportar en situaciones de incertidumbre y riesgo tecnológico, y por sobre todo a estimular a que los empresarios “se atrevan”.

Lo más leído