Aeropuerto de Santiago seguirá a media máquina: anticipan menos pasajeros este verano que en 2019

Hace casi dos años que brotó la pandemia del Covid-19 en el mundo, pero aún el sector aéreo, sobre todo el chileno, sigue golpeado ante algunas medidas de restricción. De hecho, el aeropuerto de Santiago está lejos de alcanzar los volúmenes de pasajeros transportados en 2019.

Ese año el terminal aéreo batió un récord: volaron 25 millones de personas, la cifra más alta de la historia. Esto no se dio por azar. El concesionario a cargo Nuevo Pudahuel, integrado por Aéroports De Paris (45%), Vinci Airports (40%) y Astaldi Concessioni (15%), hizo un intenso trabajo, desde su llegada en 2014, para incorporar en esos cinco años seis aerolíneas e integrar más de 20 rutas. Además, el gobierno de Sebastián Piñera, entre 2018 y 2019, hizo dos reducciones en las tasas aéreas y quedó pendiente un tercer recorte.

No obstante, al cierre de 2021 las personas que se movilizaron por aire fueron 10 millones, según cifras del concesionario. El tráfico internacional fue el más golpeado, pues sólo se ha recuperado el 50% frente a 2019.

En el segmento doméstico los números son más alentadores. Nuevo Pudahuel registró a diciembre una reactivación de 88%.

El subgerente de comunicaciones de la compañía, Manuel Valencia, explicó que “obviamente, esta situación repercute fuertemente en los ingresos esperados de esta concesión”.

Ello llevó a que Nuevo Pudahuel abriera una demanda en contra del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) para recuperar parte de lo perdido en estos 24 meses.

Temporada alta

Las aerolíneas pusieron sus fichas para intentar tener una reactivación del 100% de sus operaciones durante esta temporada alta, que inició en diciembre de 2021 y termina el 15 de marzo. Sin embargo, en el corazón de la industria, el aeropuerto de Santiago, estima que a nivel global en el peak del verano -entre enero y febrero- volarán 3,1 millones de personas, lo que sigue representando una fuerte caída respecto a períodos prepandemia.

“Aunque se observará una recuperación respecto de lo que hubo el año pasado, en promedio estimamos que viajará un 41% menos de pasajeros en relación a la temporada”, respondió.

En 2019 existían 77 rutas que salían desde la capital; de ese total 59 eran internacionales y 18 nacionales. En 2020 se perdieron varias de ellas; la cifra cayó a 42: 26 fuera de Chile y 16 nacionales. Y a diciembre de 2021 subió a 50, de las cuales 18 eran dentro del país y el resto hacia el extranjero.

Una de las últimas aerolíneas en añadirse al pool del recinto fue British Airways, compañía que inició su retorno a Chile con una ruta Londres-Santiago, desde el terminal Arturo Merino Benítez. La línea aérea opera este servicio con tres frecuencias semanales: los lunes, miércoles y sábados desde Europa hacia Latinoamérica, y los martes, jueves y domingos en sentido contrario.

Nueva infraestructura

Pese a que el MOP y Nuevo Pudahuel están con tensas relaciones, la concesionaria terminó el Terminal 2, que duplicará la superficie actual. DF adelantó que a fines de enero se inaugurarán las nuevas instalaciones, ofreciendo más metros cuadrados al presionado recinto actual que alberga a los tráficos domésticos e internacionales.

Según Valencia, aunque la cifra de pasajeros en vuelos internacionales aún está lejos de alcanzar a 2019, “los procesos de registro de maletas y otros requieren tiempos adicionales, lo que puede generar más demora en las filas, por lo cual se hace importante contar con el suficiente espacio para hacer segura y cómoda la experiencia de viaje”.

El analista de transportes Ricardo del Piano confirmó la necesidad de contar con el nuevo terminal: “Si bien a corto plazo puede estar sobredimensionado añadir al terminal 2, la experiencia internacional nos indica que en cualquier momento la demanda subirá y se necesitará ese espacio”.

Y añadió que el aeropuerto debe poner ojo a la experiencia del cliente, dado que “se quitaron máquinas de revisión del terminal 1 para moverlo al 2 y eso produce cuellos de botella en las filas de pasajeros”.