Fischer y Senerman tienen luz verde para levantar exclusivo proyecto inmobiliario en El Golf
Tras llegar a acuerdo con la familia Bathich para adquirir el terreno donde se ubicaba la Fuente Mardoqueo, en San Sebastián esquina El Bosque.
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Claudio Fischer y Abraham Senerman tienen luz verde para levantar un exclusivo proyecto inmobiliario en el barrio El Golf, en el sector oriente de Santiago. Los empresarios se asociaron y llegaron a un acuerdo con la familia Bathich para adquirir un emblemático terreno en San Sebastián esquina El Bosque, donde se emplazaron conocidos restaurantes, como el Pub Licity y luego la Fuente Mardoqueo. Ahí proyectan construir un nuevo edificio de oficinas.
A fines de abril, la Dirección de Obras Municipales (DOM) de Las Condes aprobó un permiso de edificación para el terreno (de 1.275 metros cuadrados) que permite la construcción de un edificio para oficinas de 16 pisos y siete subterráneos, además de dos locales comerciales en el primer nivel.
Según el permiso de edificación, la propietaria del proyecto es Gilda Bathich, y su representante legal es Abraham Senerman.
No obstante, las partes ya habrían llegado a acuerdo y Fischer y Senerman pagarían al clan Bathich unas 220 UF por metro cuadrado por el exclusivo terreno, lo que da un total de unos US$ 10,8 millones.
Según altas fuentes vinculadas al negocio, que pidieron reserva, aún no se definen los porcentajes que tendrán Fischer y Senerman en la nueva sociedad.
Hasta ahora, el precio récord pagado en la zona lo tiene Consorcio Financiero por el terreno donde se ubica el restaurante Tiramisú, en Las Condes.
El grupo le pagó a su antiguo propietario, César Ravazzano, 250 UF por metro cuadrado, lo que dio un total de US$ 12 millones por el paño de 1.300 metros cuadrados, ubicado en Isidora Goyenechea con Augusto Leguía. El acuerdo de compra-venta incluyó un arriendo a 20 años con la tradicional pizzería, de Patricia Roccatagliata y Fuad Lama, y que es considerado el restaurante que mayores ventas tiene por metro cuadrado a nivel nacional, sin considerar establecimientos de comida rápida.
Las inversiones
Claudio Fischer ha puesto varias de sus fichas en el sector de El Golf. A fines del 2018, el empresario se quedó con la totalidad de un codiciado terreno en la Av. Isidora Goyenechea con La Pastora, donde se ubicaba la sede de la Unicef.
El terreno era de propiedad de PatagonLand que, tres años antes, había desembolsado US$ 8,3 millones por la propiedad que totaliza 1.453 metros cuadrados, es decir, 154 UF por metro cuadrado. El plan era desarrollar un edificio para viviendas de lujo, para lo cual la empresa había levantado un fondo en el que participaban Gabriela Luksic y el mismo Claudio Fischer, entre otros.
No obstante, los planes cambiaron radicalmente y Fischer compró la totalidad del terreno (era dueño de un tercio del paño) a PatagonLand. Pagó aproximadamente 206 UF por metro cuadrado por el terreno que no era de su propiedad. Su plan es levantar un edificio de oficinas de lujo.
El empresario junto a su hermano Humberto eran socios de la familia Puchi en AquaChile, salmonera que vendieron a Agrosuper, firma liderada por Gonzalo Vial. Los Fischer recibieron unos US$ 280 millones por el tercio de la propiedad que tenían en la firma acuícola.
Claudio, además, es dueño de la empresa aérea Aerocord, que realiza vuelos diarios desde Puerto Montt a Chaitén, Melinka y Quellón, y de la aerolínea One, que hace chárter para turismo y la industria minera.
También lidera el área de entretenimiento y casinos de la familia: es el presidente del directorio de Sun Dreams, que opera diecinueve licencias y permisos de operación de casinos: siete ubicados en Chile, ocho en Perú, una en Argentina, dos licencias en Colombia y una en Panamá. La familia es propietaria del 100% de la empresa tras adquirir el porcentaje que estaba en manos de la sudafricana Sun International en US$ 160 millones. Además, el clan negocia una posible fusión con Enjoy.
En el sector inmobiliario, los Fischer son bien activos. Tienen varios proyectos residenciales en Santiago y Valdivia, y activos en ciudades como Coyhaique y Punta Arenas. En esta última, tienen la concesión de la Zona Franca.