La estrategia de Javier Macaya para liderar la UDI
El diputado está listo para saltar a la cancha. La señal de partida la dio su compañera de bancada María José Hoffmann, al desistir de postular a presidir el partido. Con la disidencia ordenada tras su figura y el férreo respaldo de Jaime Bellolio, va por todo.
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El ‘niño terrible’ de la UDI y líder de la disidencia a la gestión de la senadora Jacqueline van Rysselberghe, diputado Jaime Bellolio, optó por no ser el rostro de la confrontación para la que se prepara el partido de cara al 6 de noviembre. Esa es sólo una parte de la estrategia desplegada para enfrentar a la actual presidenta y asegurar el respaldo de la militancia a un proyecto que se viene robusteciendo desde la derrota en la elección pasada, en diciembre de 2016.
Esta vez será el diputado Javier Macaya quien liderará la ofensiva que buscará arrebatarle el timón a Van Rysselberghe. Al nombre del parlamentario no se llegó por casualidad, sino después de un profundo análisis del escenario que debía enfrentar la disidencia y tras llegar a la conclusión de que Bellolio generaba demasiados anticuerpos como para convocar a la militancia transversalmente. Objetivo al que aspira la candidatura retadora, que busca refrescar la imagen del partido, pero rescatando el original sentido “popular” de la colectividad.
Y todas las señales indican que esta vez las cosas se están haciendo bien. No se ha dejado espacio a la improvisación y la sensatez y madurez que Macaya le aporta al equipo ha permitido que no se produzcan roces que pudieran generar divisiones en la disidencia.
En su entorno ejemplifican con el hecho de que el diputado evitó salir públicamente hablando de su aspiración a encabezar a la UDI hasta que su compañera de bancada, María José Hoffmann, quien también se había mostrado disponible, le allanara el camino.
Plebiscito de la “Coca”
En la elección pasada, la “Coca” -como llaman en la UDI a Van Rysselberghe- sacó una amplia ventaja sobre la lista liderada por Bellolio, sobre todo porque contó con el respaldo de figuras de peso del partido como el senador Juan Antonio Coloma, el único de los ‘coroneles’ aún activo, y porque parte del discurso de sus adherentes internos apuntaba a que el diputado sólo buscaba medirse y que el suyo era un saludo a la bandera.
El resultado de ese proceso fue inapelable: la senadora se impuso con el respaldo de un 62,4% del electorado interno, que por primera vez se pronunció directamente por un candidato, mientras Bellolio alcanzó el 37,6%. Pero a partir de ese momento el equipo del diputado comenzó a pensar en reinventarse y fortalecerse para volver a enfrentar el desafío de conducir el partido.
Por su parte, la senadora está hace rato en campaña y le lleva bastante ventaja a la disidencia. En la tienda explican que en la elección ella se juega su gestión en una especie de plebiscito, pero también una posible aventura presidencial.
Dupla con Coloma
Para la elección de fin de año, la disidencia ha mejorado considerablemente sus expectativas. Por un lado, la conformación de la lista no se está haciendo al azar, ya que quien acompañará a Macaya en la secretaría general es el diputado Juan Antonio Coloma Jr. quien en la elección anterior había estado apoyando a la senadora.
Esta definición coincide con que el senador Coloma, actual vicepresidente del partido, se ha declarado en “reflexión” respecto al tema interno, lo que podría debilitar la opción de la senadora. Porque junto con ello, algunos representantes históricos del partido como el extimonel, diputado Patricio Melero, ya dieron el paso hacia la opción de Macaya. El parlamentario plantea que en noviembre se deberá definir quién representa mejor los desafíos de cambio que el partido requiere y él cree que Macaya puede hacerlo.
Así piensa la mayor parte de la bancada gremialista, que también apuesta porque Macaya -quien este fin de semana comenzará un recorrido por el país- ya tiene experiencia para liderar, pues encabezó la UDI como presidente interino entre la renuncia de Ernesto Silva, en marzo de 2015, y el nombramiento de Hernán Larraín en abril del mimso año.
La defensora del partido
La senadora Jacqueline van Rysselberghe es conocida por tener un carácter fuerte que le generó más de algún dolor de cabeza al presidente Sebastián Piñera en su primer gobierno, pero que es lo que más valora un sector de la UDI que piensa que en medio del ocaso de los 'coroneles', la actual timonel es la única capaz de defender los intereses del partido frente a sus socios y al propio gobierno.
Liderazgo reflexivo y transversal
El diputado Javier Macaya tiene un liderazgo sin estridencias, reflexivo y transversal. Fue el brazo derecho del extimonel Ernesto Silva, pero también fue capaz de convivir en la directiva de Hernán Larraín.
Entre sus adherentes sostienen que su carácter transversal le facilita a la disidencia llegar a todos los sectores del partido, sin provocar anticuerpos. Están convencidos que ahora, más que nunca, tiene reales posibilidades de ganar.