Valor y propósito, la clave para la adopción digital en la empresa
Por Alejandra Loyola, socia de The House Advisory.
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Alejandra Loyola, socia de The House Advisory.
En los últimos años, ha habido un auge en la implementación de tecnología en las empresas. El viaje de la transformación digital comenzó antes de la pandemia, con equipos de innovación que, con metodologías ágiles, desarrollaban aplicaciones y digitalizaban sistemas. Muchos, sin un objetivo claro del valor que agregaban al negocio, lograron resultados difusos.
La pandemia actuó como un catalizador, impulsando la implementación de herramientas tecnológicas para el trabajo remoto y la continuidad operacional. Las organizaciones respondieron de manera rápida, porque había un propósito: la subsistencia de las compañías. Sin embargo, luego de la pandemia, la ruta digital continúa enfrentando desafíos.
Un estudio hecho por IDC para Microsoft en Chile, Argentina, Colombia y Perú, señaló que el 55% de las grandes empresas ya han implementado herramientas de inteligencia artificial (IA). Coincide el Índice de Transformación Digital (ITD) de la Cámara de Comercio de Santiago, que muestra que se ha producido un aumento significativo en la entrada de tecnología a las compañías, impulsado por un mayor stock de herramientas tecnológicas y digitalización de procesos. El cambio organizacional y cultural, sin embargo, ha sido más lento, dificultando la adopción digital.
Si supimos ver su relevancia hace pocos años, ¿por qué el retraso? El primer desafío es tecnológico. Para aquellas compañías que nacieron antes de la era digital, y que dependen fuertemente de sistemas legacy (rígidos y hechos o ajustados a la medida), el adoptar nuevas tecnologías implica cambios profundos y de largo aliento, que deben sustentarse en un caso de negocio robusto y una fuerte convicción..
El segundo desafío es adaptativo. Hay beneficios y ganancias en productividad con la IA, pero cuando las organizaciones que no nacieron digitales lo quieren impulsar, las personas no la adoptan, porque no le ven el valor o no entienden el propósito.
Para superar esta brecha de adopción digital, las empresas deben tener claro el valor que aporta la nueva tecnología al negocio, mostrar convicción y acompañar a los equipos con un proceso ordenado de gestión del cambio apoyado por la cultura.
En primer lugar, definir un propósito claro y comunicar de manera abierta el por qué de la transformación digital y cómo la adopción de estas nuevas tecnologías agrega valor. Enseguida, se necesita un liderazgo visible, los líderes deben adoptar las nuevas tecnologías y demostrar su valor. Comunicar el proceso de cambio tecnológico, los desafíos, su importancia y sus beneficios, entregar formación en el uso de las herramientas tecnológicas de manera continua.
Luego, visibilizar los éxitos y generar entusiasmo entre quienes tienen dudas o enfrentan barreras, para, finalmente, sustentar los resultados de largo plazo para que el cambio tecnológico se instale de forma permanente.
Las organizaciones que se embarquen en iniciativas de transformación digital sin un caso de negocio robusto, o sin la convicción del liderazgo y la adecuada gestión de cambio, corren el riesgo de no llegar a puerto y diluir sus esfuerzos en iniciativas “de moda” que prometían capturar un valor que nunca llegó.
Por otro lado, las empresas que puedan identificar las tecnologías que aportan valor a su negocio y logren integrarlas en su cultura organizacional, fomentando la adopción y el cambio cultural estarán mejor posicionadas para aprovechar al máximo los beneficios de la transformación digital.