Los negocios no sólo deben centrarse en el beneficio económico, sino también en la creación de valor y en las personas. Esa es la premisa del Capitalismo Consciente (CC) y lo que hace unas semanas explicó en Chile su cofundador, el experto indio Raj Sisodia.
En el marco de un encuentro organizado por el capítulo chileno de Empresas Conscientes, el líder de esta corriente, autor de 10 libros y más de 100 artículos académicos publicados en todo el orbe, dialogó con firmas locales sobre la importancia de crear una cultura de liderazgos que permita cumplir con el propósito en las organizaciones. Además, realizó un diagnóstico del Chile actual y las oportunidades que el país tiene de avanzar, de la mano de este nuevo movimiento.
-¿Por qué es necesario adoptar el Capitalismo Consciente?
-Porque estamos viviendo un tiempo de cambio y transiciones, las personas se están cuestionando si tenemos el sistema correcto. El nivel de confianza en el capitalismo es bajo, por cómo lo hemos practicado, en torno a generar dinero, en lugar de servir a las personas, las estamos usando. Pero en los últimos 200 años el capitalismo ha hecho más por la humanidad que ninguna otra idea en la historia, sólo que en los últimos 40 años hemos visto los efectos negativos. Hoy queremos explicar que el capitalismo sí tiene un efecto positivo.
-¿Cómo se construye el discurso que proponen?
-Tenemos que educar a las personas en torno a que el capitalismo también se puede conducir por una conciencia más elevada. Buscamos escribir un nuevo capítulo de la historia al hacer negocios, uno que tiene que ver con inspirar el espíritu y el florecimiento humano, donde todos importan y todos ganan.
-De acuerdo al CC, el fin no justifica los medios al obtener ganancias...
-Ese es el centro del problema, que el dinero no es el centro del negocio, sino las personas. El negocio debe ser un canal para llegar a ellas, porque deberían ser la prioridad. Si se concibe que el único propósito de los negocios sea generar una utilidad, todo se convierte en un medio para lograrlo. En cambio, cuando el propósito de los negocios es elevar el florecimiento humano, la utilidad se convierte en un medio.
-¿Es necesario crear nuevas estrategias comerciales?
-Se necesita desechar la mentalidad en la que uno gana y otro pierde, no es fácil, porque requiere algún tipo de creatividad e ir por sinergias, y allí no hay límites, hay un potencial infinito en la creatividad. También requiere que entendamos los negocios como un sistema, un organismo vivo y complejo, donde todo está interconectado y afecta a otros.
-¿Cómo entra el emprendimiento y la innovación en el Capitalismo Consciente?
-Ambos son atributos del capitalismo mismo, anclado en la idea del dinamismo, en innovación y creatividad, pero disruptiva, que dejamos atrás una manera antigua para ir con una nueva. El capitalismo consciente logra 80% de compromiso de las personas, y con ello más dinamismo, innovación y creatividad, porque a las personas les importa lo que están haciendo.
-¿Hay mayor responsabilidad al implementar el CC en países subdesarrollados?
-Sí, porque hay más personas en posiciones vulnerables, entonces hay mayor responsabilidad en los líderes principales de la organización en crear las formas de trabajo que puedan entregar las virtudes de un CC, dado esta mayor vulnerabilidad.
-¿Cuál es su diagnóstico del Chile actual?
-Chile es una referencia en tiempos modernos de haber logrado mover las fuerzas del mercado para atender problemas de las sociedad, como la privatización de empresas o generar competencias en trasporte público. Hay una oportunidad para que Chile lidere la siguiente fase del CC en la región, porque ha visto el poder del capitalismo, al ser el país más rico del Cono Sur, pero con desequilibrio y desigualdad. El CC es una opción porque ofrece dinamismo con decencia y dignidad, que es lo que necesita, más aún cuando se han perdido las confianzas.
-¿Se puede recuperar la confianza tras los casos de colusión?
-Sí se puede, no haciendo lo mismo.