Encender y apagar las luces, revisar las cámaras de seguridad y controlar electrodomésticos de nuestros hogares desde dispositivos móviles, hace tiempo que es una realidad. Apagar todo esto y en una ciudad completa, incluyendo empresas, escuelas y hospitales, también podría serlo dentro de un tiempo.
Aunque aterrador, el motivo no debería resultar extraño, ya que las amenazas a la ciberseguridad aumentan en la medida que lo hacen las sociedades más interconectadas.
Actualmente, el uso de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) ha aumentado en todo el mundo, facilitando la vida para muchos, por ejemplo, que el refrigerador alerte qué producto falta. No obstante, la seguridad para cada uno de estos dispositivos no lo ha hecho al mismo ritmo, por lo que sufrir un ataque que involucre a una ciudad completa, sería incluso más sencillo. Así podrían ser los ciberataques del futuro.
“El IoT nos está planteando un problema hoy en día, y es que los dispositivos no están siendo concebidos con sistemas de seguridad y alertas desde el diseño; ese es el problema más grave”, comenta Pablo Dubois, gerente Regional de Productos de Seguridad de Level 3 Communications.
El ejecutivo -que expuso estas y otras amenazas en el evento Beyond DX, más allá de la transformación digital, de la misma compañía- agrega que hoy se hace imperante incluir la seguridad desde la creación de nuevos dispositivos, pues de lo contrario, aumenta la vulnerabilidad digital.
Dentro de unos años viviremos en un mundo mucho más interconectado y si no se considera la seguridad como un aspecto fundamental, dice Dubois, ataques como el de WannaCry, que este año bloqueó más de 200 mil computadoras en diferentes países, podrían a repetirse y tener efectos en la cotidianeidad.
“¿Qué pasa si se ve comprometida una compañía eléctrica o una planta nuclear, como ya ha ocurrido antes?, en unos años habrá otras amenazas, presentes en el plano de lo real, y no únicamente en la información, lo vamos a empezar a ver en ciudades”, alerta.
Inteligencia Artificial, una tabla de salvación
Para librarse o al menos anticiparse a los ciberataques de este tipo, el ejecutivo señala que las empresas deben asumir desde el primer momento que su seguridad y sistemas han sido vulnerados, ya sea por detección de fallas en sistemas o por la compra informal de vulnerabilidades (fallas de sistemas), de este modo, dice, es más fácil asumir la necesidad de aplicar parches de seguridad y resguardar la información y evitar lo que le ocurrió a HBO. Durante seis meses hackers trataron de entrar al sistema del canal de cable, el fracaso los llevó a comprar una vulnerabilidad en el mercado negro para lograr su cometido y “robar” los últimos capítulos de la serie “Game of Thrones”, lo que significó una merma en el número de espectadores.
Por suerte para usuarios y compañías, es la misma tecnología la que está ayudando en esta materia. Según Dubois, la inteligencia Artificial hoy comienza a ser un aliado en materia de ciberseguridad, ya que logra retener el conocimiento de las amenazas conocidas, así como también de las vulnerabilidades a solucionar, previendo futuras fallas.
Una tecnología que durante un tiempo podría seguir siendo una ventaja, considerando que las inteligencias artificiales hoy tienen un valor más elevado para operarlas y a los cuales no cualquier persona tiene acceso. No obstante, no descarta a que a futuro sí se puedan crear amenazas en base a las mismas. Por ello, asegura que considerar la seguridad digital como un aspecto clave en los negocios es fundamental.
Un nuevo gerente digital
Los datos son el nuevo petróleo y como tal hay que resguardarlos. En este contexto, explica Dubois, ya empieza a perfilarse en el mundo la necesidad de incorporar en la alta dirección un profesional que se encargue de los asuntos de ciberseguridad de la información, un Digital Officer.
No es el encargado de informática, explica, sino alguien que está al tanto de las ciberamenazas, de las fallas y de los sistemas de seguridad, pero también tiene claro qué información es relevante para la compañía, para protegerla.
“Debe ser un profesional enfocado en el cuidado de la información, que la considere como un activo clave para la empresa y sepa responder específicamente qué información es primordial”, afirma.