Se necesita: liderazgo femenino
Por Anne Kathrin Müller, gerenta de desarrollo Acción Empresas - #SoyPromociona
Las cifras del 5° Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile siguen siendo desoladoras: las mujeres representan solo el 38,8% del total de personas trabajadoras, disminuyendo al 23% en los cargos de gerencia de primera línea y a 15,9% en los directorios. Esta disparidad refleja el famoso “embudo”, donde a mayor nivel de responsabilidad y poder, menor es la presencia de mujeres en las empresas.
Asimismo, a medida que aumenta el nivel de responsabilidad y poder, crece la resistencia por parte de líderes económicos a incorporar más mujeres, especialmente cuando se trata de establecer cuotas.
Los argumentos en contra de las cuotas para directorios van desde afirmaciones como “no hay mujeres capacitadas o interesadas” hasta “nadie tiene derecho a intervenir en la composición de mi directorio”. Ninguno de estos argumentos está respaldado por datos, lo cual resulta curioso, considerando que el lenguaje económico siempre se ha basado en cifras y datos.
Lo que sí está respaldado por datos es que la tradicional forma de hacer negocios está en crisis. Según estimaciones de ONU Mujeres, el PIB mundial anual sería 26% más alto en 2025 si las mujeres participaran en la economía en la misma proporción que los hombres. Actualmente, la humanidad utiliza un 74% más de los ecosistemas que el planeta puede regenerar, lo que equivale a necesitar 1,7 Tierras para sostener nuestro estilo de vida actual.
Urge entonces una mayor incorporación de las mujeres a la fuerza laboral y los niveles directivos, lo que implica colocar incentivos nuevos, una redistribución de las responsabilidades domésticas y de cuidado, el cierre de brechas salariales. Al mismo tiempo que debemos gestionar de manera sostenible los servicios ecosistémicos que son la base de los negocios y de la vida en el planeta.
Pero ¿quién podrá empujar estas transformaciones?
Un estudio realizado en Chile por ESE Business School y Acción Empresas, reveló que un 18% de las mujeres directoras encuestadas tiene un alto nivel de experiencia en temas ESG vs. un 10% de los directores hombres. Además, según el International Journal of Disclosure and Government, la incorporación de una mujer más en el directorio aumenta en un 22% a 25% el rendimiento de sostenibilidad de la empresa.
Queda claro que para enfrentar estos desafíos se necesita más liderazgo femenino, capaz de incorporar una visión más amplia y complementaria en los niveles directivos, abrir puertas para más mujeres y considerar con fuerza los riesgos en la estrategia de las empresas. No solo es crucial para el crecimiento económico, sino también para abordar colectivamente y de manera más efectiva las crisis ambientales y sociales que enfrentamos.