Hace poco más de un año, exactamente el 4 de noviembre de 2009, la presidenta Michel Bachelet promulgo la ley de Nuevo Gobierno Corporativo de Codelco. Esta quizás es la principal ley, en el ámbito de la minería, que fue aprobada en ese gobierno dada la importancia que tiene esta empresa estatal en las finanzas públicas de la nación.
Hoy, luego de un año de su funcionamiento, es un buen momento para evaluar cuál ha sido el resultado en su aplicación y ver si ese modelo es ejemplo para otras empresas estatales.
El nuevo gobierno corporativo de Codelco inició su marcha el 1 de marzo de 2010, fecha en la que asumió en pleno su nuevo directorio designado de acuerdo a la fórmula establecida en la ley, que incorpora, entre otros aspectos, que el presidente de la República designa tres directores de su confianza, los trabajadores designan otros dos y, la novedad, cuatro directores son designados a través de una proceso independiente, transparente e informado que lleva adelante el Consejo de la Alta Dirección Publica. Los ministros de Estado, de Minería y Hacienda, dejan el directorio de acuerdo a la nueva ley y pasan a formar parte, por delegación del presidente, de lo que sería en una sociedad anónima la junta de accionistas, representándonos a todos lo chilenos.
A la luz de los acontecimientos, este proceso se realizó con absoluta normalidad, cumpliéndose los objetivos de la ley y constituyéndose un directorio que ha dado garantías de idoneidad y experiencia, donde están representadas las capacidades, visiones y competencias requeridas para administrar una empresa de esta envergadura. Una primera señal de esto fue el proceso de selección del presidente ejecutivo, llevado adelante por un comité de directores, el cual terminó exitosamente con el nombramiento en ese cargo, de uno de los mejores profesionales de que dispone nuestro país en el área de la minería.
Hemos visto también como el directorio ha operado con independencia del gobierno, otro objetivo esencial incluido en la ley. En materia de reestructuración, las designaciones han correspondido a profesionales de reconocida trayectoria en la minería pública y estatal, especialmente en los casos de los gerentes generales de división, los cuales tienen la responsabilidad de llevar adelante el desarrollo de los principales yacimientos.
En materia de inversiones y capitalización, también hemos apreciado una capacidad de propuesta del directorio, también incorporada en el espíritu de la ley, acorde con las necesidades de la empresa y visión de largo plazo, lo cual es muy importante que sea comprendido por las autoridades financieras de gobierno, que históricamente tienden a retirar la totalidad de los excedentes que genera la empresa, dejando pocos recursos para los desafíos que vienen. El proyecto de ley consideró la aprobación de un plan trienal de inversiones, el cual se negocia y acuerda con el gobierno, quien debe asegurar que en la empresa se dejaran los recursos para su implementación. En este aspecto se han ratificado decisiones tan importantes como la llevar adelante los proyectos Mina Ministro Hales, Chuquicamata Subterráneo, Nuevo Nivel Mina de Teniente y Extensión de la vida útil de Salvador. En materia de relaciones laborales, éstas se han llevado adelante, no exentas de conflicto, lo cual es considerando normal en una empresa de esta envergadura, pero obteniendo resultados concretos y avanzando en mejorar la productividad de Codelco que es quizás, junto con el desarrollo de los yacimientos de reposición, el desafío más importante de la empresa.
En resumen, los aspectos visibles y de mayor relevancia de la nueva ley de gobierno corporativo de Codelco han funcionado, lo cual refleja que se trato de una buena ley, aprobada con altísimo consenso en el Congreso y que ha permitido avanzar en la modernización de Estado.
Hoy el gobierno propone hoy vender los paquetes accionarios de que dispone el Estado en las empresas sanitarias para reinvertirlos en empresas estatales como ENAP, EFE y Metro. Sin lugar a dudas todos estaremos de acuerdo que cualquier iniciativa en esa materia y apoyo financiero a estas empresas pasa necesariamente por modernizar su gobierno corporativo, tal como se hizo en Codelco.
Hoy, luego de un año de su funcionamiento, es un buen momento para evaluar cuál ha sido el resultado en su aplicación y ver si ese modelo es ejemplo para otras empresas estatales.
El nuevo gobierno corporativo de Codelco inició su marcha el 1 de marzo de 2010, fecha en la que asumió en pleno su nuevo directorio designado de acuerdo a la fórmula establecida en la ley, que incorpora, entre otros aspectos, que el presidente de la República designa tres directores de su confianza, los trabajadores designan otros dos y, la novedad, cuatro directores son designados a través de una proceso independiente, transparente e informado que lleva adelante el Consejo de la Alta Dirección Publica. Los ministros de Estado, de Minería y Hacienda, dejan el directorio de acuerdo a la nueva ley y pasan a formar parte, por delegación del presidente, de lo que sería en una sociedad anónima la junta de accionistas, representándonos a todos lo chilenos.
A la luz de los acontecimientos, este proceso se realizó con absoluta normalidad, cumpliéndose los objetivos de la ley y constituyéndose un directorio que ha dado garantías de idoneidad y experiencia, donde están representadas las capacidades, visiones y competencias requeridas para administrar una empresa de esta envergadura. Una primera señal de esto fue el proceso de selección del presidente ejecutivo, llevado adelante por un comité de directores, el cual terminó exitosamente con el nombramiento en ese cargo, de uno de los mejores profesionales de que dispone nuestro país en el área de la minería.
Hemos visto también como el directorio ha operado con independencia del gobierno, otro objetivo esencial incluido en la ley. En materia de reestructuración, las designaciones han correspondido a profesionales de reconocida trayectoria en la minería pública y estatal, especialmente en los casos de los gerentes generales de división, los cuales tienen la responsabilidad de llevar adelante el desarrollo de los principales yacimientos.
En materia de inversiones y capitalización, también hemos apreciado una capacidad de propuesta del directorio, también incorporada en el espíritu de la ley, acorde con las necesidades de la empresa y visión de largo plazo, lo cual es muy importante que sea comprendido por las autoridades financieras de gobierno, que históricamente tienden a retirar la totalidad de los excedentes que genera la empresa, dejando pocos recursos para los desafíos que vienen. El proyecto de ley consideró la aprobación de un plan trienal de inversiones, el cual se negocia y acuerda con el gobierno, quien debe asegurar que en la empresa se dejaran los recursos para su implementación. En este aspecto se han ratificado decisiones tan importantes como la llevar adelante los proyectos Mina Ministro Hales, Chuquicamata Subterráneo, Nuevo Nivel Mina de Teniente y Extensión de la vida útil de Salvador. En materia de relaciones laborales, éstas se han llevado adelante, no exentas de conflicto, lo cual es considerando normal en una empresa de esta envergadura, pero obteniendo resultados concretos y avanzando en mejorar la productividad de Codelco que es quizás, junto con el desarrollo de los yacimientos de reposición, el desafío más importante de la empresa.
En resumen, los aspectos visibles y de mayor relevancia de la nueva ley de gobierno corporativo de Codelco han funcionado, lo cual refleja que se trato de una buena ley, aprobada con altísimo consenso en el Congreso y que ha permitido avanzar en la modernización de Estado.
Hoy el gobierno propone hoy vender los paquetes accionarios de que dispone el Estado en las empresas sanitarias para reinvertirlos en empresas estatales como ENAP, EFE y Metro. Sin lugar a dudas todos estaremos de acuerdo que cualquier iniciativa en esa materia y apoyo financiero a estas empresas pasa necesariamente por modernizar su gobierno corporativo, tal como se hizo en Codelco.