La tarea pendiente de Dilma Rousseff
La semana pasada Brasil anunció una serie de medidas...
La semana pasada Brasil anunció una serie de medidas para dar un impulso al consumo y a la inversión con el objetivo de proteger su economía, ante la posibilidad de una profundización de la crisis financiera internacional.
La meta gubernamental es que el país crezca 5% durante 2012, lo que lo llevó a adoptar dichas resoluciones, que en su conjunto consideran recortes tributarios por US$ 1.500 millones. La idea es evitar contagiarse con la crisis internacional.
Pero el tema económico no es la única materia que preocupa al gobierno de Dilma Rousseff. Y esto, porque el otro punto que ha sido un dolor de cabeza para el Palacio de Planalto son las acusaciones de corrupción que han afectado a ministros de la actual administración y que han provocado que cinco de sus ministros hayan tenido que abandonar el gabinete. El último episodio ha tenido como protagonista al ministro del Trabajo, sobre quien pesan denuncias de sobornos a cambio de contratos públicos.
Por tanto, la tarea más complicada para la presidenta brasileña no estará sólo en tratar que su país salga incólume de la crisis, sino que en lograr que su administración deje atrás el estigma de corrupción en que se ha visto envuelt.