Voluntad de diálogo y acuerdos
Tras una tramitación superficial en la Cámara de Diputados...
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Tras una tramitación superficial en la Cámara de Diputados y una actitud que fue interpretada como poco dialogante por parte de las autoridades de Hacienda, en las últimas semanas tanto la actitud de los legisladores radicados en el Senado como la del gobierno, ha introducido nuevos aires en la tramitación de una de las reformas clave que se pretenden instrumentar en el país, a saber, la reforma tributaria.
Más allá de los puntos específicos convenidos y los grados de cesión de lado y lado, lo sustantivo y de fondo es que nuevamente ha adquirido volumen una forma de hacer política altamente valorada y eficaz en el país. El diálogo, la búsqueda de las mejores fórmulas técnicas y los acuerdos brindaron en el pasado una estabilidad y una reputación institucional a Chile ampliamente valorada dentro y fuera del país. Atributos que cimientan no sólo un mejor clima social y político, sino que también reditúan beneficios económicos, ya que es evidente que los flujos de inversión y los capitales tenderán a recompensar y privilegiar los destinos donde la estabilidad y madurez política aseguran condiciones adecuadas para establecerse.
A este nivel, sin embargo, hay un matiz importante que hacer, ya que cuando se valora el diálogo y la búsqueda de acuerdos como mecanismos idóneos, no se pretende insinuar que las naciones deban ser estáticas o inmóviles en términos institucionales si es que no hay consenso. Por el contrario, lo que se busca remarcar es que con el aporte de un mayor número de interlocutores es posible construir sistemas más robustos y ricos técnicamente, entendiendo que todos buscan lo mejor para el país y sus habitantes.