Una lectura del IPoM
- T+
- T-
En su Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre el Banco Central ajustó a la baja su proyección de crecimiento para este año, a entre -0,5% y 0%, y sólo a partir del segundo semestre del próximo año puede esperarse un modesto repunte a tasas de 1% y de más de 2% en 2025. Este ritmo, que comienza a converger con el crecimiento tendencial, es demasiado bajo para satisfacer las necesidades de los chilenos, más aun cuando se han sembrado expectativas que hoy se ven muy difíciles de cumplir en materias como salud, vivienda, seguridad, pensiones, educación y otras.
Lo anterior es otra señal, especialmente poderosa, de la necesidad de que el Gobierno pase de un enfoque de redistribución -en impuestos, pensiones, trabajo y otros-, a una activa agenda procrecimiento.
El informe del Banco Central fue otro recordatorio de la necesidad de que el Gobierno pase de un enfoque de redistribución a uno procrecimiento.
Por otro lado, la trayectoria decreciente de la inflación parece bajo control y debiera permitir seguir bajando la tasa de interés, aunque con cautela, como los 75 puntos base en que redujo la TPM en esta ocasión. La inflación ha pasado de niveles de 14% a 6% en el último año, que es lo que avala expectativas de converge a la tasa meta de 3% a fines de 2024.
Muy relevante es el foco que pone el Banco Central en el escenario económico y político internacional, que por diversos factores podrías repercutir negativamente en Chile. Entre dichos factores, el más preocupante es la desaceleración del crecimiento chino, que en medida importante apunta a problemas estructurales de la economía (como el bajo consumo y la transición demográfica), además de coyunturales (como la crisis inmobiliaria o las tensiones comerciales con EEUU).
La inflación mundial, en tanto, aunque a la baja, sigue en niveles que impiden reducir más sustancialmente las tasas de interés; la persistente guerra en Ucrania sigue encareciendo el precio del petróleo y los alimentos; y la incertidumbre ante la elección presidencial de EEUU en 2024 y el eventual retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, son otros elementos del cuadro internacional que suman desafíos para un país como Chile.