Sólo uno de cada cinco chilenos dice estar dispuesto a aceptar un recorte en su salario a cambio de lograr mayor estabilidad laboral o la certeza de evitar un despido. Así lo constató un estudio de alcance internacional elaborado por la consultora de recursos humanos Randstad, medición que instala a Chile en términos comparativos como el país en donde los trabajadores son más reacios a una alternativa de adaptabilidad laboral como ésta a nivel mundial. De acuerdo con el reporte, en Chile solamente un 21% de las personas tendría disposición a rebajar su sueldo a cambio de mantener el empleo, porcentaje que se compara con un diferencial sustantivo respecto de otros mercados, como India (76%) o Italia (58%).
Según el informe, este síntoma de inflexibilidad por parte de los trabajadores no es algo nuevo, sino que se ha expresado consistentemente en los últimos años, de la mano del crecimiento de la economía. En efecto, en un mercado donde hay menos complicaciones para obtener empleo es razonable que los trabajadores no estén dispuestos a sacrificar renta a cambio de certeza laboral. En esa línea, el último dato de desempleo del INE, que mostró una tasa de desocupación a la baja y en niveles de 6,5% para mayo-julio, no hace sino ratificar que en el país existe un mercado saludable y que avala esa sensación de confianza de los trabajadores. Con todo, es previsible que en el escenario opuesto dicho estado de ánimo se invierta, momento en el cual probablemente se echará de menos que en el país exista un escaso margen de adaptabilidad. Por eso que muchos han sostenido que ahora es el momento de generar ese instrumental.