Se aminora el ritmo de la economía chilena

Una serie de señales sobre la fase de desaceleración que estaría inagurando la economía chilena se conocieron ayer de parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).



Entre lo más llamativo destacó el modesto aumento de 0,7% que registró la producción industrial en julio, en relación con igual mes de 2010; mientras que la minera -influida por la huelga en Escondida- se desplomó 14,8% en el mismo período.

Las ventas del comercio, por su parte, crecieron 9,6% en el citado lapso, mostrando un menor vuelo respecto a los meses precedentes.

Dados los números en juego, no sería extraño que el mismo Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) haya cerrado julio con una expansión del orden de 4% en julio o, incluso, menos.

En cualquier caso, esta desaceleración se trata de un escenario buscado tanto por Hacienda como por el Banco Central, en el entendido que el país ya se recuperó del shock de la crisis internacional y del terremoto. Ahora que el aparato productivo está operando a plena capacidad, lo clave -sobre todo por el complejo contexto internacional- es que la autoridad refuerce su monitoreo, de forma tal que no sólo asegure un cierto nivel crecimiento, sino que éste sea el más alto y sostenible posible.