La sorpresiva depreciación del peso chileno frente al dólar y la pérdida de valor de otras monedas latinoamericanas aparece como un elemento de riesgo para las empresas del comercio minorista en 2014, para el que ya se anticipaba una desaceleración en las ventas en el mercado interno debido a un consumo -motor de crecimiento de la actividad en los últimos años- que se expandiría a su tasa más suave desde 2009. Según han adelantado expertos, un dólar más alto previsiblemente amenaza con afectar los márgenes de las empresas del retail, grandes importadores de productos, ya que difícilmente traspasarían al público todo el impacto de un tipo de cambio que ha superado los pronósticos.
Además, los analistas anticipan que la tasa de desocupación puede tener un aumento como promedio frente a la de 2013, lo que ciertamente sería un factor que impactaría en la demanda interna, al igual que una esperable normalización salarial. Lo anterior, luego de la fuerte creación de empleo en el último cuatrienio, de casi un millón de puestos.
Pero la situación dista de ser compleja para la industria: de todos modos el sector seguiría creciendo aunque a una tasa más moderada que lo exhibido en el pasado.