Remoción de presidenteejecutivo de Codelco

La decisión del directorio de Codelco Chile de remover a su presidente ejecutivo ha generado una espiral de comentarios y, en algunos círculos, incluso reproches por la premura con que se procedió y la falta de planes de contingencia asociados a la desvinculación del principal ejecutivo de la mayor empresa del país.

De igual forma, a nivel sectorial y político se estima que la determinación del directorio también genera una situación interna compleja, por la señal que dicha decisión envía a los trabajadores y por lo que representa en materia de la ley de gobierno corporativo que rige a la empresa desde hace unos años.

En efecto, la cuprera estatal es una empresa que enfrenta desafíos superlativos, los cuales, según reconocen algunos de sus directores, podrían derivar en una situación de crisis si no se abordan bien y rápido. De allí que la decisión de desvincular a quien en el último tiempo ostentaba un récord valioso de disminución de costos y que además tuvo un rol clave en la génesis y definición de los planes estructurales y estratégicos de la corporación aparezca como una señal inexplicable, máxime si se tiene a la vista que su salida puede ser interpretada como una doblada de mano a la administración por parte de los trabajadores.

Codelco es una empresa que pertenece a todos los chilenos y que juega un papel sustantivo en materia de provisión de recursos fiscales. Por lo mismo, la consistencia en su conducción no es un tema secundario, menos si este tipo de decisiones envía a los posibles candidatos al puesto de presidente ejecutivo la señal de que a la larga su evaluación final será política y no técnica o profesional.