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Alto contrasteLa Empresa Nacional del Petróleo (Enap) confirmó que su nueva administración resolvió reestructurar su modelo organizacional como forma de proveer a la compañía de una mayor capacidad de asumir los desafíos estratégicos que tiene por delante. Según se comunicó, se procedió a nombrar un responsable del área Energía y Gas, la que pasará a transformarse en una tercera línea de negocios de la compañía, sumándose a las de Exploración y Producción y de Refinación y Comercialización ya existentes. También se decidió reforzar las relaciones con las comunidades a través de una gerencia de Asuntos Corporativos y designar a un profesional de trayectoria en el área a cargo de la dirección ejecutiva.
Con ocasión de la difusión de la Agenda Energética, el gobierno declaró que Enap jugará un rol clave dentro de la misma. Para tal efecto y como primera medida se resolvió aportarle a la empresa una inyección de recursos a través de la capitalización de US$ 400 millones, lo que se inscribe en un programa de trabajo a 4 años que busca sacar a la compañía de la situación crítica con que ha sido diagnosticada. Más capital y una reforma a su gobierno corporativo son sólo dos puntos de la ingeniería que requiere la empresa, que cuenta con un alto nivel de deuda y que tiene una clara necesidad de revisar su modelo de negocios.
Hasta el momento las acciones emprendidas van en línea con el propósito explícito de que Enap asuma un rol protagónico a fin de contar en el país con fuentes energéticas confiables y competitivas. Un objetivo bienvenido por la comunidad de negocios, pero que debe alcanzarse sin subsidios ni introduciendo distorsiones.
