Productividad del país y capacitación
La semana pasada se dio a conocer el informe con las demoledoras conclusiones...
La semana pasada se dio a conocer el informe con las demoledoras conclusiones que hizo una comisión de expertos sobre el sistema de capacitación que se aplica en el país.
La conclusión del grupo señala de manera textual que la política vigente en Chile sobre esta materia “es claramente deficitaria en tres dimensiones centrales: la equidad en la asignación de los recursos, la eficiencia para lograr sus objetivos y la efectividad en sus resultados”.
Un diagnóstico que no deja lugar a dudas en cuanto a lo que hay que hacer: una reformulación a fondo de lo que se ha venido realizando en este tema. Un aspecto fundamental de esta transformación es que junto a programas eficientes, debe existir un adecuado sistema de evaluación y fiscalización de los mismos. Esta es la única manera de poder ir perfeccionando el sistema o bien de eliminar aquellos que no muestren la efectividad esperada.
Pero lo más importe en todo eso es el necesario efecto de aumento en la productividad del país que debe tener todo sistema nacional de capacitación. En ese contexto, es necesario lograr que una parte importante de los recursos públicos en capacitación vaya de manera efectiva a los sectores de menores ingresos, rompiendo la tendencia de lo que ha pasado hasta ahora.
Cuando se trata de recursos públicos es fundamental que sea cual sea el gobierno de turno se cuente con una adecuada evaluación acerca del efecto que están teniendo los programas fiscales que se ponen a disposición de las personas y de las empresas. Por ello, esto no es sólo aplicable en materia de capacitación, sino que a todo el universo de beneficios que salen desde el Estado.