Positivo Imacec: muy pronto para celebrar

En los últimos días, dos noticias han venido a dar un cierto respiro en la seguidilla de perspectivas pesimistas para la economía chilena en 2023. Por un lado, la agencia Bloomberg publicó que el riesgo país es el más bajo en ocho meses, según lo cual Chile volvería a ser el destino más seguro para invertir en la región. Por otra parte, el Imacec de enero mostró un crecimiento interanual de 0,4%, superando las expectativas del mercado, que esperaba una contracción. No cabe sino dar la bienvenida a ambas noticias.

Otra cosa es muy distinta es usarlas como evidencia de un giro en la tendencia recesiva que hasta poco se preveía para este año, como lo ha hecho el Ministerio de Hacienda, al plantear que los escenarios más pesimistas “ya no se materializaron” o que “la idea de una crisis ya podemos irla descartando”. El ministro exhibe un optimismo imposible de sustentar en datos tan circunstanciales como los mencionados, además de un curioso conformismo, porque lo que se celebra es un crecimiento cercano a cero.

Hacienda exhibe un optimismo excesivo para datos tan circunstanciales y relativos como los que se han conocido.

Lo cierto es que un Imacec más positivo de lo esperado, aunque bienvenido, es un dato puntual de un solo mes a partir del cual no puede proyectarse una tendencia. Y en cuanto al menor riesgo país, una parte importante se explica por el empeoramiento de países vecinos, donde crisis de diversa índole vuelven más riesgoso invertir en ellos. No deja de ser paradójico, por otra parte, que otro elemento clave en la reducción del riesgo sea la victoria del Rechazo en el plebiscito constitucional del año pasado, justamente la opción que el actual Gobierno -olvidando su obligación de prescindencia- hizo esfuerzos por ver derrotada.

El ministro de Hacienda debe dar señales de certidumbre y seguridad a los actores económicos, sin duda, pero no a través de predicciones optimistas (“anticipamos que a más tardar en mayo ya tengamos la inflación en un dígito”) ni frases alentadoras, sino de medidas que justifiquen la confianza de los mercados.

Justamente ahora es el momento de ser sobrios en el análisis, no raudos en la celebración. Más aun cuando persisten factores que bien podrían dar un vuelco a los transitorios “buenos aires”, como el avance de reformas muy discutidas, el alza de la inseguridad pública, el nuevo proceso constitucional y hasta la posibilidad de nuevos retiros previsionales, entre otros.