Política migratoria y el mercado laboral

Una etapa de cambios enfrentará con toda probabilidad la política migratoria del país durante el actual gobierno. Y, según confirmó el mismo subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, la propuesta respectiva -que ya está en manos del presidente Piñera- tendría alcances incluso para el mercado laboral.

Así, por un lado, la iniciativa contempla reformar el sistema de visas de trabajo, es decir, que se permita la presencia de extranjeros por un tiempo acotado con el objetivo de que se empleen en áreas en las que escasee personal calificado. Y, por otra parte, se subiría el tope de 15% de personal extranjero que pueden contratar las empresas nacionales.

En cada caso, como se aludió, las modificaciones buscar resolver una cierta falta de mano de obra que se ha constatado en ciertos sectores productivos -como el agro y la minería- y en la cual han reparado distintos gremios empresariales.

A todas luces bien intencionado, sin duda que este tipo de cambios debe ser abordado con prudencia. Resulta esencial, tal como sugieren los primeros antecedentes, que vayan acompañados de los resguardos que procuren respeto y dignidad para los trabajadores externos, sin que ello limite los espacios para la ocupación de la población local. Y, por sobre todo, cualquiera sea el caso, que se fomenten empleos de calidad.

Más allá del mercado laboral, es clave que la migración sea parte de las políticas públicas de Chile. Favorecido por el buen pasar económico de las últimas décadas y su estabilidad, el país sigue atrayendo una cada vez mayor cantidad de extranjeros, en especial, de la región. Tener una respuesta frente a ello, dados sus alcances, aparece como otro reto urgente de la modernidad.