Plan de ajuste y recortes en Francia

El presidente francés, el socialista François Hollande, ha reconocido que su país está sintiendo los embates de la crisis financiera que remece con especial fuerza al viejo continente y ha anunciado que para hacer frente a la situación se procederá a aplicar recortes masivos de gastos y cambios tributarios a contar del año 2013 con un alcance de 30.000 millones de euros, el mayor ajuste en tres décadas.



El mandatario hizo el anuncio a sólo cuatro meses de haber asumido el cargo y a tres de desmantelar la reforma previsional emprendida por su antecesor y que subía la edad de jubilación desde los 60 a los 62 años, una de las promesas estrella del programa electoral de Hollande, la que durante la campaña llegó a tener un nivel de aprobación del orden de 70% entre los franceses.

Hoy, con esa promesa electoral cumplida, pero con una popularidad del 48% y un desempleo de 10,2%, el mandatario francés ha debido anunciar ajustes significativos que, según ha dicho, afectarán no sólo el bolsillo de los contribuyentes, sino que también los presupuestos de educación, seguridad y justicia. En los hechos, se trata de medidas que no estaban previstas en la campaña pero que se han tenido que aplicar a la luz de los datos de deuda/PIB, actividad económica (0,8% de pronóstico para 2013) y desempleo. La realidad se ha impuesto y ha cargado en breve plazo con aportaciones de 10.000 millones de euros a las áreas que serán objetos de recortes, con otros 10.000 millones de euros a las familias francesas a las que se les subirán los impuestos y con otro tanto a las empresas, medidas distantes de la anunciada tasa de 75% que en la campaña se dijo se aplicaría a los ingresos sobre 1 millón de euros.