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Editorial

Paro y trastornos ciudadanos

Con enfrentamientos, desmanes y múltiples actos de vandalismo se completó ayer la paralización nacional de dos días convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)...

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 26 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.

Con enfrentamientos, desmanes y múltiples actos de vandalismo se completó ayer la paralización nacional de dos días convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), entidad que hizo su llamado a la movilización enarbolando una larga y extraordinariamente variada lista de demandas, las que incluyen la petición de un nuevo Código del Trabajo, una reforma tributaria, una nueva Constitución Política del Estado, cambios al sistema de previsión social, una nueva institucionalidad para la educación y mejoras a la educación de los chilenos.

Más allá de estas peticiones y que la CUT ha argumentado que la paciencia de los trabajadores ha sido colmada y ofendida por lo que estiman es una escandalosa desigualdad social y económica, en los hechos la movilización no se expresó como una paralización legítima de los ciudadanos en adhesión a las citadas reivindicaciones, sino que se tradujo trastornos forzados a la rutina diaria de millones de chilenos, que amagados por las barricadas, los ataques a vehículos de la locomoción colectiva y particulares y los enfrentamientos incluso armados, se vieron obligados a dejar sus trabajos en forma anticipada o adelantar sus salidas matinales para evitar problemas.

Resulta preocupante la dinámica con que se han desenvuelto los movimientos sociales en las últimas semanas y meses. Un proceso aparentemente sin espacios para el diálogo, y en donde se pone en la encrucijada a la sociedad organizada, que cuenta con instituciones para canalizar las demandas. Que Chile tiene un régimen democrático está fuera de discusión, y si bien éste puede ser perfectible, eso no justifica sacarlo de la ecuación.

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