Panorama económico: causas y efectos

Un reporte de la OCDE señala que Chile es el país miembro donde la ralentización del crecimiento se está produciendo con mayor impacto, mientras que el FMI, por su parte, indica que será el único de la región latinoamericana en exhibir una caída de su actividad económica (de -1%) durante el próximo año. Este negativo resultado da cuenta de, a lo menos, dos fenómenos que afectaron a nuestro país y que generaron desequilibrios e incertidumbres que finalmente nos están llevando a una recesión.

No es casual que Chile sea el miembro de la OCDE con menos dinamismo económico y el único país de la región cuya actividad caerá en 2023, según el FMI.

El primero tiene relación con los retiros de los fondos previsionales, los cuales generaron una alteración sustancial en el mercado de capitales y elevaron vertiginosamente las tasas de interés de largo plazo, con el consiguiente negativo efecto sobre el sector inmobiliario. Asimismo, esos retiros provocaron una expansión insostenible del consumo, elevando la inflación por sobre lo establecido como la meta por parte del Banco Central, obligando al instituto emisor a realizar un alza significativa de la tasa de política monetaria. Si dichos retiros no se hubieran realizado, es evidente que todas las variables económicas señaladas habrían tenido una evolución muy diferente.

El segundo fenómeno fue la discusión y propuesta constituyente, que al generar incertidumbre sobre instituciones básicas -como el derecho de propiedad, el marco presupuestario, la unidad territorial o el sistema de justicia-, entre otros, llevó a detener numerosas inversiones a la espera del resultado del plebiscito. Sin duda que el abultado rechazo a dicha propuesta entregó mayor tranquilidad, pero aún la discusión no ha terminado y ante ello la postergación de inversiones sigue siendo la respuesta natural.

Es relevante tener en consideración estos fenómenos y los daños que provocaron, debido a que en tiempos de recesión es habitual que surjan propuestas populistas que finalmente terminan afectando, no sólo el crecimiento puntual, sino la capacidad potencial de nuestra economía en el largo plazo.