Mercado y el valor de la información

La crisis por la que atraviesa la empresa de retail La Polar brinda una oportunidad única para dimensionar los estragos y nefastas consecuencias que puede tener para el funcionamiento del sistema económico, la calidad de vida de millares de personas y la reputación de un país una falla extendida en el nivel y la calidad de la información asociada, afortunadamente en este caso, a una sola empresa.

Lo que deja en evidencia este episodio es que la información falsa, la información asimétrica e incluso la información parcial, mellan profundamente la confianza, trastornando la toma de decisiones de los agentes económicos y, en consecuencia, sometiendo a estrés a un amplio número de entidades en lo que se supone debía ser un círculo virtuoso de creación de riqueza.

En este caso, y justamente producto de vacíos de información, se ha visto a clientes, acreedores, proveedores e inversionistas congelando o precipitando decisiones en el afán de contener los daños individuales que podrían derivarse. Ese legítimo proceder, sin embargo, puede producir un resultado final que menoscaba el interés propio y colectivo, ya que la suma de esas acciones individuales puede precipitar resultados indeseados. Ese saldo es el que el directorio de la empresa y sus asesores buscan evitar, reencauzando la toma de decisiones a un ámbito de mayor normalidad para lo cual la entrega abundante y oportuna de información es esencial.

Lo mismo debe aplica al sector y al país. La sospecha, probablemente en forma injusta, se instaló hacia otras empresas del retail y las conductas empresariales, lo que demanda acciones decididas para recuperar la racionalidad.