Aunque en el país los últimos meses hemos visto ciertas señales de recuperación del mercado laboral, como la moderada reducción anual en la tasa de desempleo (que llegó a 8,1%) y un incipiente repunte en el número de cotizantes a las AFP -que darían cuenta de una mejoría en la formalidad del empleo-, persisten otros signos de debilidad, como es el tiempo promedio de desempleo y la lenta recuperación del empleo femenino, entre otros datos relevantes.
En el caso del tiempo que las personas dedican a identificar una opción laboral, de acuerdo a un reciente análisis del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, dicho indicador se ubica en 7,1 meses en promedio, la mayor cifra desde el trimestre noviembre 2021 y enero 2022.
Más dramático aun es lo que sucede con el segmento de las personas que busca trabajo durante 12 meses o más sin poder encontrarlo, grupo que fue el único que aumentó en 2024, con un incremento de 15.262 personas (totalizando 125.407 individuos en dicha situación), lo que es equivalente al 16% del universo total de quienes buscan un empleo.
Al hacer un zoom por género, nuevamente las mujeres van más rezagadas y sin un horizonte claro de mejora. Solo como dato, el tiempo promedio que ellas dedican a buscar empleo llega a 7,8 meses versus 6,4 meses de los hombres. Mientras la tasa de desocupación es equivalente a la que existía en 2010.
En suma, un cuadro desalentador no solo si lo medimos contra cifras prepandemia, si no con respecto a otros países. Hace algunos días la OCDE entregó su reporte anual, donde Chile se ubica como el séptimo país miembro de la organización con el mayor desempleo, superando largamente la tasa promedio anual que llegó a 4,9%.
Lo cierto es que se van a cumplir cinco años desde que se declaró la pandemia de Covid-19 en el país (3 de marzo de 2020) y los indicadores laborales siguen al debe. Se ve poco de acción a nivel de políticas públicas e incentivos a la inversión que dinamice el mercado laboral, eso sin contar con la aparición de otras amenazas (como la inteligencia artificial y nueva regulaciones) que puedan seguir profundizando estas brechas.
La administración del Presidente Gabriel Boric dice tener el crecimiento como uno de sus objetivos para lo que queda de su mandato, esperemos que con esto también abrace la urgencia en el empleo, y que –desde luego- sea una prioridad para quienes busquen llegar a La Moneda.