Manifestaciones e institucionalidad

Las manifestaciones ciudadanas lideradas por los estudiantes se han transformado en la tónica de los últimos meses, especialmente en las calles de la capital.



Teniendo como ejemplos los distintos movimientos de indignados a lo largo del mundo, diversos exponentes sociales han salido a la calle para expresar sus puntos de vista. De ellos, como ha sido público, los estudiantes han sido los que más han aprovechado el espacio público para expresar su rechazo a las políticas de Educación y para exponer sus puntos de vista respecto al lucro y la gratuidad en la educación.

Por cierto que en una democracia existen los espacios para expresar los distintos puntos de vista que existan al interior de la sociedad. Durante los últimos años, el peso de la opinión ciudadana ha crecido de manera importante y así lo han entendido las autoridades, los políticos y también las empresas.

Pero lo fundamental en todo esto es que estas opiniones distintas se enmarquen dentro de la orgánica de país que nos rige y con el debido respeto hacia las instituciones que garantizan el ejercicio de la democracia. El peor daño que se puede hacer un país es restarle peso a su propia institucionalidad.