La reforma no requiere más impuestos

Duplicar gradualmente la subvención escolar, elevar las exigencias a los establecimientos educacionales, premios a los cursos con mejoras en resultados, profundización de la subvención preferencial, creación de a lo menos 50 liceos de excelencia, creación de una red nacional de docentes expertos, aumento de la cobertura pre escolar, acceso ampliado al sistema de financiamiento estudiantil, nueva carrera docente, computador, pizarra interactiva y data show en todas las salas de clases y mejoramiento de la educación municipal.

Todos estos objetivos están incorporados en el ítem educación del programa de gobierno del presidente Sebastián Piñera. Un programa que, tal como se advirtió durante la campaña, se financiaría -principalmente- con el mayor crecimiento económico.

Y el jueves el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, lo corroboró: “he dicho que no se requiere aumentar impuestos para financiar nuestra reforma”, en respuesta a quienes urgen por un incremento de tributos bajo el pretexto de que sería necesario para la educación. Hasta personalidades que se oponen a un alza de impuestos se han mostrado abiertas si se trata de financiar una reforma educacional.

Pero los proyectos de envergadura no se abordan de esa manera. Primero se discuten y acuerdan los cambios a abordar, se analizan los costos involucrados y, sólo en caso de necesitarse nuevos recursos, se evalúa la forma más eficiente de obtenerlos.

El gasto en educación ya ha crecido en el pasado. Probablemente, debe hacerlo en mayor proporción, pero con seguridad de ser invertido con eficiencia.