La OCDE y su posición sobre la política fiscal
Una inmediata reacción del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, generó ayer...
Una inmediata reacción del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, generó ayer la afirmación hecha por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) respecto a lo “modesto” del objetivo del gobierno chileno de reducir el déficit presupuestario estructural al 1% del PIB en 2014.
En declaraciones en París, donde participa en la reunión del citado organismo -que Chile integra desde fines de 2009-, el secretario de Estado puso el acento en que la situación fiscal es “muy buena”, destacando -de paso- que el sector público local es “acreedor neto” y que para este año espera un “superávit fiscal”.
¿Cuál es el punto de la OCDE, entonces? Uno no menor y que -como lo han planteado también economistas locales- se vincula con la importancia de generar un terreno propicio para moderar la demanda interna e impedir tensiones inflacionarias. De hecho, la entidad subió de 6,2% a 6,5% su estimación de crecimiento para Chile este año e identificó como un reto principal evitar el sobrecalentamiento de la actividad interna.
De allí que sugiriera establecer “un objetivo fiscal más ambicioso”, lo que no resulta necesariamente fuera de lugar dadas la bonanza que genera hoy el alto precio del cobre.