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Alto contrasteLa próxima reunión de la Reserva Federal tendrá especial relevancia. Cuando el banco central estadounidense se reúna mañana y el miércoles no sólo tendrá presente las positivas cifras económicas que en las últimas semanas han ido apuntando a una consolidación de la economía, como la fuerte caída del desempleo. También contarán con un antecedente político aún más importante.
La amenaza de una nueva crisis de estancamiento en el congreso, que en octubre llevó a la paralización de las oficinas estatales y revivió el riesgo de un default, hoy parece casi prácticamente despejada.
Según reconoció la propia Fed, fue este riesgo lo que la convenció de postergar el inicio del recorte de estímulo, que originalmente estaba pensado para septiembre.
Eso hace pensar a muchos observadores que el ajuste podría comenzar incluso este mes. Pero no todo está resuelto. Con la economía tomando fuerza, la atención de la Fed podría enfocarse ahora en la inflación, que se encuentra en niveles mínimos, e incluso ha generado alertas sobre un peligro de deflación.
Con la economía en alza y los precios cayendo, la Fed bien podría sentirse cómoda demorando aún más el retiro del estímulo.
