La estricta reforma al sistema financiero español
El gobierno español presentó a fines de la semana pasada la reforma financiera que busca devolver a los inversionistas la confianza en la solvencia de la banca española.
El gobierno español presentó a fines de la semana pasada la reforma financiera que busca devolver a los inversionistas la confianza en la solvencia de la banca española.
En pocas palabras, la iniciativa ordena el proceso de fusiones entre las entidades y obliga a la industria a recaudar US$ 65.900 millones en fondos adicionales para amortizar los activos inmobiliarios que quedaron de la burbuja que reventó en 2008.
Precisamente la principal gracia de la reforma radica en solucionar el gran problema que enfrenta la industria: la acumulación de una gran cantidad de activos problemáticos vinculados al sector construcción.
Porque si bien los bancos han realizado en los últimos años fuertes provisiones, aún siguen teniendo resabios de la llamada burbuja del ladrillo.
Otro de los objetivos de la reforma es permitir que las entidades puedan volver a reabrir el acceso a los mercados mayoristas de crédito y que las duras exigencias en provisiones permitirán estrechar la brecha existente aún entre la valorización de contable de los activos y su tasación de mercado, lo que permitirá así bajar los precios y poner fin al sobre stock de viviendas nuevas, que tiene paralizado a un importante sector de la economía.