La amenaza de una crisis sistémica

A medida que pasan los días, la crisis financiera por la cual atraviesa Europa comienza a abrir nuevas aristas que más que sorprender, vienen a confirmar los temores de los últimos meses: la urgencia de salvar a la banca para detener una caída generalizada de la economía comunitaria y evitar su expansión a otras latitudes.



Hoy la Comisión Europea plateará duras exigencias a la recapitalización de la banca. La propuesta, que deberá ser consensuada en la próxima cumbre europea del 23 de octubre, busca definitivamente contar con medidas integrales que permitan frenar la crisis de la deuda soberana.

En tanto, se sincera también la realidad que afecta a la banca china. Ayer las autoridades anunciaron la decisión de intervenir a los principales bancos, a través del aumento de sus participaciones para detener su caída bursátil y, por otro lado, recuperar la confianza de los inversionistas.

Esto viene a confirmar los temores ocultos sobre la dimensión y efecto contagio de la crisis de deuda en Europa.

Habrá que esperar si las medidas que se adopten bajará la incertidumbre y evitará que la crisis se extienda al mercado de capitales del resto del mundo.