En línea con la expectativa del mercado, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha dado a conocer que en enero el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0,2%, en el estreno de una nueva canasta y año base para la medición. El registro del INE incorporó 16 nuevos productos -endulzante, vodka y servicios de sala cuna, entre otros- y removió otros 19 por situarse en un consumo promedio inferior al 0,02% del gasto familiar.
Los economistas habían anticipado una variación del IPC ese orden, ya que si bien hubo una caída en los precios de vestuario y calzado por las liquidaciones estacionales, hubo un impacto en los combustibles y en los precios de bienes importados, como los automóviles nuevos, de la fuerte depreciación que experimentó el peso frente al dólar en la partida del año, en medio de una ola de salidas de inversionistas de los mercados emergentes globales.
De regreso en niveles más “normales” tras las altas inflaciones mensuales que se registraron en la última parte de 2013, ahora las miradas están apuntando hacia el Consejo del Banco Central, que el 18 de este mes tendrá su próxima Reunión de Política Monetaria y que, según una mayoría de los analistas del mercado, podría decretar un nuevo recorte en la tasa de interés referencial, que actualmente se encuentra en 4,5%. Con la inflación convergiendo al centro del rango meta del Banco Central, un nuevo recorte en la Tasa de Política Monetaria evidentemente imprimiría estímulo a una actividad económica que se ha desacelerado con notoriedad en los últimos meses y que eventualmente podría requerir de medidas adicionales por el lado fiscal por parte del próximo gobierno.