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Editorial

Hoy por Chile, ¡mañana también!

No existen en este minuto un término más recurrente, popular y potente que el de PSU. No hay alumno de IV Medio que no la haya posicionada dentro del top five en su vocabulario...

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 14 de diciembre de 2011 a las 05:00 hrs.

No existen en este minuto un término más recurrente, popular y potente que el de PSU. No hay alumno de IV Medio que no la haya posicionada dentro del top five en su vocabulario y no le tenga cierto respeto a la prueba. Ayer y anteayer la Prueba de Selección Universitaria se robó toda la atención de miles de chilenos y de sus familias.

Cada año Chile genera nuevos profesionales a través de universidades y centros de formación técnica para enfrentar el complejo y acelerado mundo de hoy. Pero no todos tienen la misma suerte, porque así como hay muchos que logran ingresar a la educación superior, otros tantos se quedan afuera. Muchos dicen que la PSU, más que medir aptitudes, mide oportunidades, y no se equivocan, porque así lo demuestran las estadísticas. En Chile, el que tuvo más dinero para pagar un mejor colegio y un preuniversitario tiene más facilidades para continuar con estudios de más alto nivel.

Esto es un problema que se va acrecentando por el individualismo que se respira en la sociedad, en donde muchos olvidan a ratos que su deber es perseguir el bien común, preocuparse por el bienestar del vecino, de aquel que nació con menos oportunidades. En este minuto tenemos el deber de hacer que el paso por la universidad, los institutos profesionales o los centros de formación técnica sean años provechosos, en los que podamos revertir la situación.

Quiero darles tres consejos a los futuros y a los actuales beneficiarios de la educación superior. En primer lugar, y lo más importante, estudien lo que más les apasiona; luego, piensen incansablemente cómo influir positivamente en la sociedad desde con esa formación y conocimientos; por último, siempre den el cien por ciento rechazando las tentaciones de la mediocridad, que nos llevan a pensar a veces a tomar un ramo porque es fácil aprobarlo, en vez de armar nuestra carrera pensando en nuestro desarrollo intelectual.

No podemos negar luego del tremendo debate sobre educación que ha perdurado a lo largo del año que entrar a la Educación Superior es una cuestión de oportunidades y que los que logran acceder a ésta son -somos- afortunados. Futuros estudiantes: llegó la hora de saldar nuestra deuda con la sociedad afinando nuestros talentos para entregarlos al servicio de la comunidad.

Nuestro esfuerzo valdrá la pena sólo si mañana construimos un Chile más justo, en donde todos se puedan educar.

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