Tras más de dos años y medio de espera, finalmente el Comité de Ministros ha sesionado ayer para pronunciarse respecto de las reclamaciones surgidas a raíz de la aprobación ambiental del proyecto HidroAysén. La resolución fue la que se esperaba. El comité solicitó dos nuevos estudios para resolver dos reclamaciones pendientes (de un total de 34) de HidroAysén. Los estudios en cuestión podrían tardar al menos ocho meses, por lo que la determinación sobre el proyecto quedará en manos de la próxima administración de Michelle Bachelet.
Si bien el gobierno señaló que el proyecto al tener resolución ambiental aprobada, puede iniciar su construcción, sin perjuicio de que hay estudios pendientes y que todavía faltan antecedentes por resolver, uno de los análisis es hidrológico y busca establecer la variación de caudal diario que tendría la operación de las centrales y con el efecto sobre los glaciales, lo cual es clave de tener definido antes de iniciar las obras.
Ante ello, queda de manifiesto que el proyecto tendrá que ser resuelto por los ministros nombrados por la presidenta electa, Michelle Bachelet. De todos modos, la indefinición una vez más abre dudas en torno a lo que sucederá con el futuro energético de Chile, el cual se vislumbra que enfrentará una estrechez, producto de las decisiones políticas y de la judicialización de los proyectos.
Sin HidroAysén la única solución para la matriz será la energía termoeléctrica (carbón y GNL), ambos combustibles importados.Esto implicará un fuerte efecto en los precios. Porque si bien la luz no se apagará, el costo que habrá que pagar por encenderla será alto.