La depreciación del peso frente al dólar en línea con otras monedas de mercados emergentes -y que ha tendido a moderarse en las últimas jornadas-, anticipa según especialistas varios efectos de segunda vuelta para la economía chilena. En efecto, como ya se percibe en el elevado precio de la gasolina y otros combustibles, los economistas advierten en primer término un obvio incremento en el valor de los productos importados que, en mayor o menor medida, será traspasado a público, afectando los márgenes de distintas industrias y presionando al alza a la inflación.
Así, los analistas señalan que si se mantuviera un tipo de cambio en torno a los $ 550 hacia adelante, ya a partir del próximo mes se dejaría sentir un aumento en los precios de todos los bienes y servicios indexados a UF o que son reajustados por el valor del dólar. Lo anterior incluiría arriendos, educación, salud, tarifas de los servicios públicos incluyendo telefonía y TV cable, cobro de fletes y transporte público, entre otros.
Ciertamente, el tipo de cambio seguirá siendo un elemento a monitorear de cerca en las próximas semanas, así como también la incidencia que tendrá sobre la inflación y, con ello, en las decisiones de política monetaria del Banco Central.