En las últimas semanas las salientes autoridades del Ministerio de Hacienda han hecho un positivo balance tanto del saldo en que se encuentran como de la rentabilidad que han tenido en el último tiempo los fondos soberanos chilenos. En efecto, a enero pasado el stock de recursos acopiado tanto en el Fondo de Estabilización Económico Social (FEES) como en el Fondo de Reserva de Pensiones (FRP) totalizaba cerca de US$ 23.000 millones, nivel similar al que existía previo a la crisis.
En tanto, y a la hora de hacer un balance de los efectos que ha tenido la nueva política de inversiones implementada para la gestión de estos recursos, la cartera de Hacienda informó que desde su inicio en 2012 y hasta enero pasado la apertura a nuevos instrumentos, la nueva política de diversificación y la gestión profesional contratada ha permitido que los recursos acumulados sean US$ 400 millones más que los que se habrían logrado con la anterior política de inversiones.
Los fondos soberanos forman parte de la política fiscal implementada en Chile a mediados de la década pasada a fin de contribuir a una mayor estabilidad macroeconómica y la cobertura de contingencias, objetivos que fueron sometidos a prueba con ocasión de la crisis de 2008-2009.
Hoy esta institucionalidad se encuentra consolidada y con un grado de maduración que no sólo invita a celebrar que el país realizara estas modernizaciones, sino que también a pensar que es posible seguir robusteciendo el andamiaje institucional. La reforma al aparato supervisor del mercado de capitales y la comisión de salario mínimo se cuentan entre las iniciativas que pueden ser priorizadas.