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Alto contrasteEl presidente de la República, Sebastián Piñera, dio a conocer ayer el plan energético que contempla el gobierno para el periodo 2012-2030.
Se trataba de uno de los mensajes más esperados del año, producto del complejo escenario que enfrenta el país en esta materia.
Sin embargo, los anuncios no convencieron. Luego del meticuloso y exhaustivo trabajo desarrollado por la Comisión Asesora de Energía, CADE, se esperaban medidas concretas que, definitivamente no se escucharon.
Justamente la falta de ese tipo de acciones es lo que abre dudas respecto a la eficacia del plan, especialmente en momentos en que el tema energético está viviendo una estrechez importante, donde se requiere de parte de la autoridad la toma de decisiones que realmente muevan a la industria para que se generen los cambios que reviertan las falencias de la transmisión, la apertura de nuevas fuentes de generación, la introducción de competencia y los altos precios que se pagan en el país y que están afectando nuestra competitividad.
Los anuncios realizados por el presidente Piñera se concentraron en seis pilares fundamentales, donde nuevamente se comprometió a impulsar la energía hidroeléctrica frente a otras fuentes tradicionales, poner énfasis en la eficiencia energética, el despegue de las ERCN, nuevo enfoque en transmisión, avance en la interconexión eléctrica regional y un mercado eléctrico más competitivo.
Buenos fundamentos, pero a los cuales les hizo falta una bajada aterrizada de cómo se logran estas buenas intenciones. Es decir, medidas concretas.
