Las tres economías más grandes de la zona euro -Alemania, Francia e Italia- se estancaron en el segundo trimestre, lo que según observadores pone de manfiesto la vulnerabilidad que persiste en la región, la amenaza de la deflación y, en el plano geopolítico, la escalada de las tensiones con Rusia por su apoyo a los rebeldes en Ucrania.
En efecto, de acuerdo con cifras dadas a conocer recientemente, la economía de Alemania -que aporta un 28% del PIB de la eurozona- se contrajo 0,2% entre abril y junio, un descenso más profundo de lo que habían anticipado los analistas en medio de una debilidad en el comercio exterior y una caída en la inversión en construcción. La economía francesa, que representa un 21% del PIB de la zona euro, se estancó al no registrar variación en el segundo trimestre, mientras que Italia (16%) entró en recesión, con una caída de 0,2% en el segundo trimestre que sigue a un descenso de 0,1% en los primeros tres meses de 2014.
Economistas han señalado que las cifras ponen presión sobre el Banco Central Europeo para inyectar más estímulo y muestran además el impacto de las sanciones económicas impuestas sobre Rusia y la reacción de Moscú.