ENAMI: La nueva hoja de ruta
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La Empresa Nacional de Minería (Enami) nace en abril de 1960, cuando el DFL N° 153 fusiona la Caja de Crédito y Fomento Minero (Cacremi) y la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF) para dar origen a la nueva empresa, con la misión de apoyar el fomento y desarrollo de los productores mineros de pequeña y mediana escala.
Las dificultades financieras de Enami llevaron a que, en 2005, la Fundición Ventanas fuera vendida a Codelco, para así hacer frente a la alta deuda de la empresa. Dicha fundición es finalmente cerrada hace unos meses.
Es necesario avanzar hacia un directorio profesional que haya pasado por el proceso de selección de la Alta Dirección Pública.
Las dificultades financieras han aflorado nuevamente y es así como al 31 de diciembre de 2021, el patrimonio de Enami era de US$ 464 millones y ahora, al 31 de marzo de 2023, se redujo a US$ 240 millones, es decir, en 15 meses, las pérdidas de Enami destruyeron un 48% del patrimonio de la empresa. Estos resultados y una serie de conflictos habrían generado el descabezamiento del ministerio y el despido del vicepresidente ejecutivo de la compañía.
De esta manera, las nuevas autoridades deben definir una hoja de ruta que permita enfrentar esta situación, que tiene temas que pueden ser desarrollados de manera paralela. Uno de ellos es el gobierno corporativo de Enami, que no ha tenido actualizaciones, a diferencia de otras empresas estatales, siendo la única que tiene a autoridades políticas -ministro y subsecretario- en el directorio. Es necesario avanzar hacia un directorio profesional que haya pasado por el proceso de selección de la Alta Dirección Pública. Adicionalmente, Enami debe ser incorporada a la supervisión del Sistema de Empresas Públicas (SEP), donde existe una evaluación a la gestión del directorio y se debe rendir cuentas.
Asimismo, la fundición Hernán Videla Lira tiene problemas estructurales propios de la obsolescencia, lo cual la hace operar a pérdida, que no es posible revertir con inversiones adicionales, por lo cual probablemente es necesario elaborar un plan de cierre similar a lo que está realizando Codelco con la fundición Ventanas, mientras que la evaluación social de una nueva fundición se realiza de manera independiente, de manera tal que esa inversión no se convierta en una nueva carga sobre los contribuyentes.