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Alto contrasteEl Centro de Estudios Públicos (CEP) dio a conocer ayer la “Encuesta Nacional de Opinión Pública” correspondiente a abril. Entre los principales resultados de esta reconocida medición, volvió a destacar la baja aprobación que mantiene el presidente de la República, Sebastián Piñera, la que alcanza a 24% contra un 23% registrado a fines del año pasado.
Un punto no menor si se considera que se trata de cifras similares a las arrojadas por el sondeo publicado por Adimark a comienzos de la semana, el cual mostró una disminución del respaldo ciudadano a la figura del mandatario a 26%.
Con toda probabilidad, los análisis sobre estos porcentajes se sucederán en los próximos días y quizás termine siendo un intento vano. A estas alturas, parece más saludable que el gobierno dé por descontado que no cuenta con la simpatía de la mayoría de la población y, en esa lógica, eluda toda tentación a ceder a políticas populistas o, bien, que impliquen salirse de la hoja de ruta de un país serio que procura mejorar su estado de desarrollo.
No se trata de olvidar la opinión de la ciudadanía, sino que de ponderarla y atender más bien las incongruencias que exhiben las mismas encuestas. En este sentido, quizás lo más obvio se relacione con la evaluación que se hace de la gestión económica, por cuanto enfrenta una modesta aprobación que no parece condecirse con la realidad. En términos generales, hoy no hay dos voces respecto al buen momento que enfrenta el país, con una actividad que crece a un ritmo alto -del orden de 6%-, mientras se crean empleos y la inflación -un tema más sensible para la población- tiende a reducirse.
