El Fiscal Nacional ante inéditos desafíos
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La Corte Suprema conformó la quina para la elección del nuevo Fiscal Nacional. Luego, el Presidente de la República debe nominar a un candidato para su ratificación posterior por el Senado. Más allá de la idoneidad de cada uno de los candidatos para ocupar el cargo, es claro que quien resulte nominado en definitiva deberá enfrentar enormes desafíos.
En efecto, a la hora de evaluar la efectividad de los procesos penales, el foco de la opinión pública se ha ido moviendo progresivamente desde los tribunales de justicia hacia el Ministerio Público, y con razón: la causa principal de la inefectividad de los procesos se debe a las falencias en la fase investigativa del juicio, a cargo de los fiscales, más que a las decisiones judiciales.
El mayor reto para el Ministerio Público es el auge del crimen organizado, de escasa presencia en el país hasta hace pocos años.
Asimismo, la creciente preocupación ciudadana por el problema de la delincuencia, así como la sensación generalizada de impunidad e indefensión frente a los delitos, obliga a poner el foco en la protección de las víctimas. El aumento de los homicidios y de otros delitos violentos en los últimos años vuelve imperiosa una política de protección de víctimas más robusta.
Pero, probablemente, el mayor desafío que enfrenta el Ministerio Público es el auge del crimen organizado, de escasa presencia en el país hasta hace pocos años. Fenómenos como el narcotráfico, el robo de autos o el robo de madera han escalado alarmantemente en la última década, constituyendo verdaderas economías criminales a manos de bandas de crimen organizado, nacionales y extranjeras.
Para enfrentar este problema se requiere un esfuerzo mancomunado de todos los órganos y poderes del Estado. De hecho, la reciente dictación de la ley de sustracción de madera está mostrando sus primeros resultados positivos y es una demostración del potencial de un buen trabajo legislativo en la solución de estos conflictos.
Sin embargo, el rol de las policías, de los jueces y, sobre todo, los fiscales, que son los principales responsables de la persecución criminal, no puede sino subrayarse. De este modo, será interesante escuchar las propuestas de los candidatos a Fiscal Nacional en esta materia.
