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Alto contrasteTras largas y complicadas elecciones primarias, las convenciones del Partido Demócrata y Republicano finalmente terminaron por confirmar a Hillary Clinton y Donald Trump como los respectivos candidatos presidenciales de ambos sectores en Estados Unidos.
Pero si alguien esperaba que las convenciones sellarían las divisiones y tensiones internas que marcaron la primera parte de los comicios, lo que ocurrió fue todo lo contrario.
El encuentro de los republicanos, que fue el primero en celebrarse, tuvo tonos de escándalo, cuando el ex contendor de Trump, el senador de Texas Ted Cruz, se dirigió a un auditorio ansioso por una señal de unidad y se negó a respaldar la nominación de su rival, desatando una ola de acalorados abucheos.
En la tienda rival no faltaron los momentos embarazosos, como cuando los partidarios del senador Bernie Sanders se volvieron en su contra y le recriminaron por su llamado a respaldar a Clinton.
Por eso, los analistas apuestan a que los esfuerzos de ambos candidatos de cara a los comicios de noviembre no se enfocarán sólo en los electores indecisos, sino en gran medida en tratar de unificar a sus propias bases y cautivar a los decepcionados del partido rival.
