Recientemente, una empresa decidió delatar un supuesto acuerdo colusorio en el cual habría participado junto a otras tres compañías de la industria del asfalto, lo que se habría traducido en un sobreprecio pagado por algunas constructoras en el período 2011-2012.
Es interesante notar que la empresa que sacó a la luz el caso llegó a un acuerdo de delación compensada con la Fiscalía Nacional Económica (FNE), procedimiento que permite a quien se autodenuncia quedar eximido (si es el primero en delatarse) u obtener una reducción de la multa, lo que a su vez actúa como un disuasivo a esta conducta anticompetitiva y facilita la obtención de antecedentes por parte de la FNE para denunciar los hechos ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia.
Es por estas razones que la delación compensada ha sido ampliamente reconocida como la mejor herramienta para la detección, investigación y persecución de acuerdos colusorios.
En Chile, sin embargo, su utilización ha sido limitada producto de falencias existentes, las que aún no han sido resueltas. Esto dice relación con la falta de certeza que tiene quien se delata de que obtendrá la exención o la rebaja de la multa, sin quedar sujeto a posteriores acciones penales por los mismos hechos confesados, lo que debilita la eficacia del mecanismo.
En consecuencia, es importante introducir modificaciones legales que fortalezcan la delación compensada, dando seguridad a quien se delata de no tener que soportar otras consecuencias jurídicas, logrando así potenciar la capacidad de nuestras instituciones para defender y promover la libre competencia en el país.