Editorial

Crecimiento e inflación

Aunque el primer dato de actividad de 2011 difundido ayer fue ampliamente celebrado por las autoridades económicas, lo cierto...

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Aunque el primer dato de actividad de 2011 difundido ayer fue ampliamente celebrado por las autoridades económicas, lo cierto es que el escenario interno e internacional obliga a hacer una lectura más pausada de este indiscutido buen desempeño de la actividad.



En efecto, el Imacec de 6,8% del mes de enero es un dato alentador, que habla de una economía en expansión y, por lo mismo, capaz de seguir exhibiendo robustas tasas de creación de empleos. Pero también es un dato que alienta las aprensiones del mercado respecto de la velocidad con que el Banco Central tendría que avanzar hacia un nivel de tasas menos expansivas que las actuales y el rol que podría tener en 2011 el ritmo de crecimiento del gasto fiscal sobre el resto de las variables críticas de la economía. Todo lo anterior, claro está, porque cada vez convergen más antecedentes que llevan a los expertos a encender alarmas en torno a la inflación. Fresco en la memoria está el recuerdo de lo ocurrido en 2007 y 2008 cuando el alza de precios se escapó de control, llegando a registrarse incluso por un mes una variación anualizada de 9,9%, a un tris de los dos dígitos.

El director del Programa Económico del Instituto Libertad y Desarrollo, previo a la entrega del dato de Imacec, ya advertía en estas páginas de la necesidad de que el fisco considerara para este año un actuar más conservador en materia de gasto, instándolo incluso a barajar la posibilidad de constituir reservas por US$ 800 millones, como forma de colaborar con el Banco Central en la tarea de contener la amenaza inflacionaria.

El sorpresivo aumento del gasto público verificado hacia fines del año pasado, luego que los datos previos de ejecución presupuestaria hablaban de un gestión más conservadora, y la forma en que la agenda de gastos se anticipa -con un año que promete ser más intenso en materia de reconstrucción y en el cual asoman énfasis asociados al cumplimiento de promesas de campaña, como el post natal, el aumento de pensiones implícito por la vía de la eliminación del 7% a los jubilados y el bono de $ 40.000 anunciado por Mideplan como parte del llamado ingreso ético familiar- también están en las ecuaciones que barajan los expertos. Todo en un entorno en donde las presiones viculadas al precio del petróleo, la energía y los alimentos no hace sino ahondar las preocupaciones.

Dado lo anterior, las recomendaciones de los expertos que invitan a las autoridades económicas a fortalecer los espacios de coordinación aparecen del todo razonables, de modo que las positivas cifras económicas no se diluyan en el torbellino de la inflación.

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