Conexión entre políticos y ciudadanos
El ya prolongado conflicto estudiantil, que en los próximos días amenaza con derivar en una crisis significativa si, como se ha dicho, un segmento importante del alumnado termina perdiendo el año escolar...
El ya prolongado conflicto estudiantil, que en los próximos días amenaza con derivar en una crisis significativa si, como se ha dicho, un segmento importante del alumnado termina perdiendo el año escolar, ha abierto una profunda crítica al mundo político y su incapacidad para dar con cauces de salida racionales al problema. Más allá de las posiciones intransigentes que se han observado y del hecho que detrás de este fenómeno puede haber una situación excepcional, dadas las transformaciones que ha experimentado la sociedad en los últimos años, lo cierto es que los dirigentes estudiantiles, las autoridades, los representantes políticos y gremiales, los parlamentarios y todos los que podrían jugar un papel en la construcción de puentes, han estado al debe.
En un reciente foro un empresario del sector financiero ha planteado que la democracia republicana de partidos no ha sabido reaccionar ante este escenario. Teniendo algo de cierto, ya que las instituciones han fracasado hasta ahora en dar con soluciones, tal vez la mayor falla escapa a esta negociación puntual y se relacione con cierta incapacidad estructural para transmitir a los ciudadanos lo que se puede y lo que no se puede hacer dado el estado de desarrollo que vive el país.
En eso se ha fracasado, al punto que, como ha dicho el arzobispo de Santiago, hoy el movimiento estudiantil y sus familias condicionan los acuerdos al logro de utopías. Es deseable que la sociedad chilena recupere la voluntad de diálogo y que ésta se ejerza en torno a objetivos alcanzables dados los recursos del país. Para eso es esencial que los actores políticos reasuman la responsabilidad y el rol que les cabe.